19 febrero 2009

ALGO PARA RECORDAR EN BAEZA





ALGO PARA RECORDAR
BAEZA AÑO 1943
Por José Cisneros

Me regalan un cartel de las Fiestas Patronales de Baeza en el año 1943, ahora comprendo a los más mayores cuando en muchos de los coloquios taurinos, no los que organiza la concejalía de festejos, ya que durante los meses de espera entre el cierre de una temporada y el comienzo de la siguiente no se ha dignado a montar ni uno solo, sino los que montamos espontáneamente los aficionados, bien en el parque sentados en un banco bajo la sombra de los plataneros y el murmullo del agua de su fuente, en el porche de mi casa o en la bodega de la misma, “Mi Rincón Taurino”. Cuando muestro el referido cartel, los de más avanzada edad coinciden en el comentario, ¡toros, los que se lidiaban antes y toreros con bemoles lo mismo! ¿Qué vemos ahora quitando media docena de ellos? y solo los vemos hacer algo en las grandes ferias. Cierto es que en esta plaza suelen seguir viniendo buenos toreros pero en los últimos 25 años a quienes verdaderamente se les recuerda por haber dado una gran tarde de toros es a Curro Romero y Julio Aparicio hijo, solamente dos toreros muy por encima de otros que hayan podido dar una buena tarde de toros. De ganaderías resaltar en este cuarto de siglo la de Cebada Gago lidiada en el año 2001 por José Luís Moreno, “Carnicerito de Úbeda y Aníbal Ruíz. De la corrida de Miura lidiada en 2007, mejor olvidarla, no solo por el ganado, grandón pero muy pobres de cabeza, sino por los acontecimientos ocurridos al final de la corrida en la que el público negó la salida a hombros a Javier Valverde, sus compañeros de cartel se unieron al diestro marchándose por la puerta de cuadrillas aun habiendo cortado dos orejas.
Mira joven, me comenta uno de los “viejos” aficionados, Baeza ha sido de siempre una de las plazas por donde pasaron todas las figuras del toreo del momento, los “Girones” han dado aquí grandes tardes de toros y corridas que han quedado para el recuerdo ha habido muchas. Hoy en verdad el toreo ha cambiado por completo, en aquella época no teníamos tantas peñas, escuelas, consejos asesores ni periódicos, entre otras cosas porque no había dinero pero cuando se acudía a una corrida se iba por afición a pesar de costarte “un jornal”, pero veíamos toros con mucha más integridad de la que hoy vemos a pesar de ser toros más chicos y, sin tanta libertad para poder opinar, se protestaba también, pero ajustándose más a la faene del torero que a otros motivos, nunca por picar al toro, precisamente porque el toro tenía poder, ahora se pita el tercio de varas porque se teme no poder ver nada en el tercio de muleta, el toreo de capa es prácticamente nulo y de los quites ni hablemos y, todo por el mismo motivo, “no hay toros”, no dudes que las personas en esa época seríamos más analfabetos, pero entendidos en toros, muchísimo más que los de hoy.
¿Y que puede usted decirme del afeitado?
Se echa a reír y me comenta que se solía decir que a los pitones se les quitaba “el veneno”, hoy en esta plaza, así como en otras que del mismo modo han sido tan importantes como la de Baeza, se les quita “el veneno” y el frasco que lo contiene, se montan “corriditas cómodas y desmochadas” con el beneplácito de la autoridad competente y de unos presidentes que “tragan y tragan” lo indecible sin defender a la Fiesta ni al aficionado, “nos randan” el jornal, no quedando más remedio que conformarse o dejar de asistir al espectáculo. El público de hoy, no es que traguen el fraude, es aún peor, no entienden lo que están viendo y aplauden sin ton ni son faenas ante toretes con unos “desmoches sangrantes” lamentables y vergonzosos, ¡que lejanos quedan esos olés secos y al unísono de antaño!
Algo de razón debe tener esta persona cuando en las Fiestas Patronales del año 1943, en plena post-guerra, siendo alcalde D. Francisco Rodríguez Haro, autor de la letra del Himno de Baeza, se organizaron dos festejos taurinos, un espectáculo cómico-taurino a cargo de “Galas de Arte” y una corrida de toros con un cartel formado por Pepe Bienvenida, Juan Belmonte y Manolete, los toros fueron de Cobaleda, supongo que lo que hoy conocemos por Sánchez- Cobaleda. Un cartel paralelo en esta época dejo mejor que sean ustedes quienes lo monten, pero pongan una ganadería de la factoría Domecq y, si no veamos lo siguiente:
En la década de los 40-50, mataron toros de esta ganadería toreros como Ángel Luís Bienvenida que tomó la alternativa con este encaste junto a sus hermanos Pepe y Antonio (año 1944). Manolete, Carlos Arruza, Pepe Luís Vázquez, Julio Aparicio, Pedrés, Litri, Jumillano, Parrita, Cagancho, Rafael Ortega, Antonio Ordóñez, Antoñete, Chicuelo II, Domingo Ortega, Dámaso Gómez, Chamaco, Jaime Ostos, Curro Girón y hasta Manuel Benítez “El Cordobés. Algunas de las ferias donde se lidiaron además de Córdoba, Barcelona, Bilbao, Valencia, Salamanca y Sevilla fueron Plasencia y Baeza, ¿tenía Baeza la categoría que tiene hoy taurinamente hablando?
En la década de los 60-70 las lidiaron toreros como Ostos, Puerta, Camino, Viti, nuevamente “El Cordobés”, Aparicio y Litri, también Zurito, Raúl Aranda, Currillo. Fco. Ruíz Miguel, Frascuelo y Ricardo Chibanga dieron un 3 de agosto en Palma de Mallorca 8 vueltas al ruedo.
Ya en la década de los 80-90 matadores como Ortega Cano, Morenito de Maracay, Paco Alcalde, Luís Fco y Juan A. Esplá, Gallito de Zafra, Nimeño II, Víctor Mendes, Soro, Ponce, Camino y Litri hijos y hasta Curro Vázquez los lidiaron.
Esta ganadería, conocida como la de los “patas-blancas” con casi 100 años de antigüedad, une en su sangre dos características importantes en la lidia de toros bravos: la casta y la dureza en la suerte de varas de Veragua y la alegría, clase e irse arriba en la muleta de Santa Coloma. Su pelaje motivaba que no fuera necesario herrarlos en otro tiempo: calceteros, luceros, caretos, capirotes, bragados, girones, berrendos en negro, cárdeno o colorado e incluso ensabanados son algunas de las características de estos toros de aparatosa cornamenta tan desarrollada y muy astifina desde el inicio de la encornadura, su piel fina, su poco hueso, de lo que se deriva una caja pequeña, aunque de gran trapío, su viveza en la mirada son distinción del patrimonio bravo en España.
Claro que; los toreros nombrados con anterioridad jamás estuvieron de moda, eran todos segundones y por ese motivo se tenían que “tragar” este tipo de encaste, ¿era eso realmente o es que hacían lo que verdaderamente debe hacer una figura del toreo? por no decir que tenían lo que hoy a muchos quizá les falte. Las gestas están bien, pero soy más partidario del día a día, blasfemar durante toda la semana y el domingo ir a misa a confesar…….., como que no.
Hoy todo lo narrado es impensable, a partir de la década de los 90 prácticamente son lidiados para corridas de rejones. Todo lo que no sea “Factoría Domecq” no interesa.
Por lo menos este año veremos el 16 de agosto en Baeza torear a Curro, ya saben, hoy Curro solo hay uno, Curro Díaz, cuestión de gustos.

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