LA FIESTA FELIZ

Archivo personal. Joaquín Jesús Gordillo y Ana María Romero.

LA FIESTA FELIZ.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Me entero que Evangelina Naranjo, a la que no conozco personalmente, pero que da muy bien en las fotos, inauguró el XVIII Seminario de Equipos Gubernativos y veterinarios de plazas, y claro como la memoria histórica sirve de algo quiero recordarles a la querida y sufrida afición, que los promotores de estos seminarios fueron el entonces presidente de La Malagueta, José Luis Fernández Torres y el veterinario, por cierto uno de los mejores que vieron toros en esta plaza, Salvador Gutiérrez. Ambos vieron con meridiana claridad la necesidad, a finales de la década de los ochenta, de consolidar ideas entre los diferentes equipos gubernativos de Andalucía, con posibilidad de extender los seminarios a todo España, para que de esta forma los criterios pudieran ser más unánimes. En realidad lo que también subyacía era una idea claramente machacona y agresiva de los taurinos, que movió a poner en marcha estos seminarios. La idea de que los presidentes como policías no servían para estar en el palco porque lo único que recordaban era a la autoridad franquista, y que los veterinarios por no tener especialidad taurina en la facultad, solo sabían de perros y de gatos. Con el paso del tiempo se ha llegado hasta aquí. Me consta que Evangelina sabe de la existencia de José Luis Fernández, pero también me consta que solo para citarlo en los pregones taurinos que los malaguitas organizan, porque para restaurarlo es como si se nombrara a la bicha.

A esto hemos llegado, pues. A unos seminarios en los que no se educa a los presidentes en sus verdaderas obligaciones de control del espectáculo y defensa de los intereses de los aficionados y sí a la parafernalia de lo políticamente correcto y a dejar que la fiesta camine por sí misma sin control de la autoridad y por el libre albedrío de los peores enemigos de ella que son los propios taurinos. Pongo un ejemplo futurible para que se entienda mejor la idea. Para la próxima corrida de Málaga en la que participará José Tomás, la afición teme por el toro ya que en Castellón y en Valencia, el toro de José Tomás brilló por su ausencia. Y claro no es la empresa la que pone el listón, aunque lógicamente tiene su responsabilidad, es más que todo en la tauromaquia moderna, el torero, figurón, el que manda traer los toros, si no, no hay cartel. Recuerdo que uno de los escollos para echar esta corrida a andar fue que Cayetano le puso peros, por lo bajo, a los toros que según tengo entendido quería Tomás. ¡No sé, no sé! La cosa no me pinta bien. Aún hoy no las tengo todas conmigo para que Cayetano se presente el domingo. Los aficionados no deberíamos tener estos temores si supiéramos que en el palco la autoridad nos representa y cuanto más en los corrales que es donde se dirime si quien preside tiene autoridad o es un pelele del sistema. Tengo entendido que Ana María Romero presidirá esta corrida. No le arriendo las ganancias, pero los aficionados podemos exigirle que muestre en el ejercicio de sus funciones presidenciales el carácter que sabemos porta y la afición que sé que tiene.

Otro de los temores que alberga el aficionado para esta corrida es que reconozca los toros el insigne veterinario Antonio Moreno de quien sabemos por el blog de Pastor (www.malakaespa.blogspot.com) que no envía un asta a analizar por sospecha, a no ser que haya contradictorio con el ganadero, el veterinario (como él hay cientos en Andalucía para indefensión nuestra) se excusa en la ambigüedad reglamentaria andaluza que no ordena ni a favor, ni en contra. ¡Claro que la norma tampoco tiene artículos que defiendan con rigor a los aficionados y sí a los taurinos!

Evangelina ha tirado los cohetes con las cifras. Para reponer la autoridad en los palcos, léase investir las presidencias de autentico poder, no se hacen ruedas de prensa, pero lo que es para dar cifras, estos políticos beben los vientos. Mas de tres millones (3.068.653) de espectadores en Andalucía en 2007. Un incremento de un 9.20% respecto al paso año. Dice Evangelina que la fiesta tiene una gran vitalidad y está viviendo su apogeo. La lectura real es que en Andalucía asistieron tres millones de pardillos a los toros y que el resto, sesenta y ocho mil, sabían a lo que iban. Pero esto no se puede decir porque llamarle pardillo a un espectador es, dirían algunos medios del régimen, insultarlo. Esto lo dicen los que matan su hambre con la de los otros, porque no conocen el comentario que Pepe Pastor ha hecho en este blog sobre su conversación con un universitario y que yo teatralizo:

Pastor.- Bueno, llevas razón en este caso cuando dices que el índice de la exposición radical del médico radiólogo es cero... pero tendrás que tener en cuenta que más peligro, por ponerte un ejemplo, corre un torero.

Universitario.- ¡Ni de coña!

Pastor.- Pero tu sabes...

Universitario.- Más que tu. Mira, a mí me gustan los toros cantidad. Pero no voy a los toros por dos razones. Porque me aburro y porque me parece una pelea desigual. – Pastor perplejo, escucha – Lo primero es que el toro cuando sale al ruedo no parece un toro bravo. Parece un Charolés de carnes fofas y sin cuernos. Es un timo el afeitado. El toro no da sensación de peligro. Y eso es lo primero que debe dar un toro. Segundo que el toro no tiene ventajas frente al caballo. Se estrella contra una mole a la que por más que quiera no le puede. Nada más que eso, sin ir a los otros tercios, es quitarle verdad al torero.

Pastor.- Al torero...

Universitario.- Sí al torero, que es el primero, que debería exigir integridad y no mariconerías.

Pastor se quedó sin argumentos... y cualquiera.
Solo uno se me ocurre, que los empresarios deberían mandarle una invitación a este chaval para ver si podemos recuperarlo como aficionado. La razón es que los empresarios de toros se gastan el dinero en majaderías publicitarias y no hacen patria de lo que les da de comer. ¡Claro que cómo van a hacerlo si no tienen argumentos para convencer!

La fiesta feliz de Evangelina y de todos los mamamelones que bailan el agua a la sin razón taurina es esta de las cifras de corderos que todos los años van al matadero. Además, para abril se estrena la película sobre Manolete, de la que espero ponga nombres y hombres en su sitio, pero por si acaso, y no fuera bastante, se acaba de estrenar The Matador, un largometraje corto sobre el Fandi. Quiero verlo. Pacopi, no. Sin embargo me da que podría ser una sorpresa.