UNA FERIA DE PROVINCIAS
Por Agustín Hervás
Que los carteles de la feria de Salamanca son carteles flojos y baratos lo demuestra el hecho poco edificante para los salmantinos de que nuestra feria no dice nada en el exterior.
Que son carteles flojos se ve con un golpe de vista ya que si me apuran el único bueno y rematado es el del día 16 con los del Pilar para Cesar Rincón; que posiblemente sea baja por dos motivos: la cornada en la cara de San Sebastián de los Reyes y su mano derecha que la tiene destrozada desde Antequera y que si aún no ha decidido cortar la temporada es porque los Lozano le están presionando desoyendo los consejos médicos que le dicen que debe operarse cuanto antes bajo peligro de enquistarse el mal; Completan el cartel El Cid que sin duda vive días felices y Capea en su segunda tarde. Luego hay tres que guardan interés: el del trece y martes con Castella por ser un chaval que mantiene su crédito todas las tardes aún sin terminar de redondear y Valverde que no olvidemos, pese a lo mal que lo administran, es uno de los valores más puros de la tauromaquia. La inclusión aquí de Castaño por paisanaje se nota tanto que chirría aun siendo por la vía de la sustitución. Interesa también el cartel del catorce por los del Puerto y por ver a Serafín Marín cómo vuelve de su convalecencia y si es posible ver a Salvador Vega despertar de una vez. Rivera Ordoñez es un pegote impresionante en esta feria va cuesta abajo imparable, y finalmente destaco la corrida de San Mateo que está muy bien rematada con Moura el grande, Hermoso y Cartagena. Lo demás de la cartelería pura mediocridad que debe ser el sino que tenemos en la actual fiesta debido con mucho fundamento a la culpabilidad del empresariado que no sabe defender su negocio no invirtiendo en su futuro sino dedicándose a esquilmarlo. Por eso estamos como estamos en el escalafón.
Que son carteles baratos se intuye porque aunque a los taurinos no les guste hablar de la cobranza del personal el empresariado se agarra a la mediocridad para recortar gastos de honorarios sin recortar costos de taquilla, lo que les produce grandes ingresos en entradas de tercios de plaza.
Montar los carteles de Salamanca entiendo que no es tarea fácil por que en este mes la temporada tiene overbouking que diría el desaparecido Canorea, pero los empresarios de nuestra plaza son ahora los más poderosos del mundo y tienen fuerza para exigir e imponer y ¡cómo serán de fuertes! que por un quíteme usted esas pajas se dejan fuera de la feria a Ponce y a Morante y además corren el riesgo no solo de que no acuda Tejela, a dios gracias, sino que Serafín está pendiente de su reaparición en Valladolid y que Cesar Rincón dicho queda está pocho. Además Finito de Córdoba está tonteando con su lesión de tentadero porque cuando se le pone de la entrepierna no torea, le ocurrió en Almería, y cuando se le pasa por su feísima nariz operada, lo hace, como le ocurrió en Torremolinos. No sabemos qué aires le soplaran a este catalano andaluz en Salamanca.
Que las cosas salieran bien la pasada feria para Gallo y Capea y visto como está el escalafón, la empresa que nos va a gobernar la Glorieta este bienio ha decidido no repetir el mano a mano glorioso del 2004 y montar la mitad de la feria del 2005 con dos tardes para cada uno, lo que no quiere decir que los chavales vayan a ganar más, sino que tendrán cuatro toros para decidir si siguen tan petardos como lo están en toda la temporada o cambian el destino en lo universal, ¡perdón! de su universo y convencen algo antes de que esta temporada se acule en tablas. Quizás lo de no repetir el mano a mano sea a causa de que mentores, empresarios y toreros son conscientes de que las cosas no ruedan bien y el fracaso pudiera ser mayor. De todas formas el mejor acartelado es El Capea, una tarde con Fandi y otra con Rincón y El Cid, contra una tarde del Gallo junto al Juli ya que torear con Finito y Perera no es un premio que digamos.
Y paso a pasito veremos al nieto de Posada a ver si ya es la buena, y a los otros dos novilleros poco toreados Francisco Javier e Iker Cobo. Veremos el gusto de Juan Diego por el valor de Chaves y la ratonería de Cesar Jiménez. La fibra del niño de Manzanares y la espada aunque espero que algo más de Uceda Leal.
Pudiera parecer que esta por ser una tierra de toros bravos y de toreros debería tener una atractiva resonancia fuera de nuestra provincia y por desgracia no lo es. En justicia habrá que escribir que fuera de aquí lo que sí tiene repercusión son las ganaderías, algunas ganaderías, pero no los toreros que desafortunadamente no están incluidos, como ellos y los aficionados quisiéramos, en las ferias de postín.
Es curioso que siendo Salamanca una tierra donde en comparación más ganaderías hay de variados encastes, sólo suenen en provincias las de El Pilar, Puerto de San Lorenzo, Montalvo y Garcigrande. Curiosamente, las mismas que comparecen a esta feria del 2005. Y curiosamente todas ellas menos El Puerto, entroncadas con lo de Juan Pedro Domecq. Cuando digo "suenan" quiero decir también se lidian y por ello son conocidas. Por ello y porque las han visto en la televisión digital en San Isidro.
En cualquier caso por el contenido y por el continente esta feria está diseñada y catalogada como una feria de provincias y si me apuran, argumentos hay para ello, una feria provinciana: presentación de los toros, claudicaciones de la autoridad, relajo de los toreros, publico verbenero y nada exigente. Eso, igual que cualquier vulgar feria de provincias.
Dicen algunos, entre los que me incluyo, que es en este tipo de plazas donde se suelen ver mejores cosas, es decir, mejores faenas y acontecimientos taurinos ya que la terciedumbre del toro y el pasmo - relajo del torero así lo permiten. Pero lo mismo que es para bueno también lo es para lo malo, venciendo por puntos esto último, ya que suelen ser estas plazas caldo cultivado del fraude.
NOTA: ESTE ARTICULO DEBIÓ APARECER ANTES DEL COMIENZO DE LA FERIA DE SALAMANCA.
22 septiembre 2005
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