15 septiembre 2020

PROTAGONISTAS DEL TOREO: Emilio Muñoz

 MUÑOZ VAZQUEZ, EMILIO.



BIOGRAFIA:

Nace en Sevilla el 23 de mayo de 1962. El año 75, el día de San José en Camas viste por vez primera su traje de luces. Con picadores debuta el 19 de septiembre de 1976 dando cuenta de 4 novillos de Alvaro Domecq. Toma la alternativa en Fallas el día 11 de marzo de 1979 con toros de Carlos Nuñez, padrino Paquirri y de testigo Dámaso González. Confirmó el 19 de mayo del año 80, con toros de Torrestrella, actuando Angel Teruel y Manzanares.


1994


En el 94 tuvo la oportunidad de salir y salió por vez primera por La Puerta del Príncipe sevillana , fue el 21 de abril, los toros de Torrestrella. Ambas faenas templadas y excepcionales colofonadas con sendas estocadas en los bajos. 


1995

El 26 de marzo fue cogido de gravedad en Castellón

En Sevilla el día 20 de abril corta dos orejas y sale a hombros. La afición sevillana busca un ídolo nuevo.


 En el 95 repitió el 1 de octubre actuando con Curro Romero que tuvo una lucida actuación y con Jesulín de Ubrique que se portó bien. Muñoz cortó las dos orejas de su primero y la del que hizo quinto. Los toros de Torrealta y de Gavira. Salió por la Puerta del Príncipe.



1997


El 23 de marzo lo vimos en la Malagueta junto a O. Cano y Trujillo, con toros de G. Rojas. En el segundo de la tarde hizo una muy buena faena con la izquierda y por pinchar no recibió orejas. El quinto se rajó cuando le pudo recibiendo aplausos.


El País Digital> Domingo 13 abril 1997 - Nº 345 

 «Lo más difícil es encontrar toro» ANTONIO LORCA , Sevilla Emilio Muñoz. «A los que me acusan de falta de entrega», añade Muñoz, «habría que preguntarles qué toros vieron, porque los que yo vi eran unos mulos que no querían pelea». En cambio, el torero echó de menos una actitud distinta del público en tarde de la alternativa de Dávila Miura: «Noté mucha frialdad; no recuerdo una ceremonia con menos brillantez por la falta de calor de los tendidos, aquello fue como un guiso sin sal». A pesar del primer mal trago, Muñoz asegura encontrarse muy ilusionado ante la nueva temporada, y muy reconocido por los buenos aficionados. «No me puedo quejar», afirma, «aunque no toree muchas corridas; podría contabilizar 60 tardes, pero prefiero mantener mi status. La verdad es que hay muchos toreros», añade, «que torean en las peores condiciones con tal de escalar puestos en el escalafón, pero a mí eso no me preocupa; yo estoy contento como estoy». De todos modos, lo que más preocupa al torero es el toro. «Cada vez es más difícil encontrar un toro para hacer el toreo», sentencia. «El ganadero de hoy piensa más en que su corrida sea aprobada y ganar dinero que en criar un animal con hechuras y capacidad para embestir. Lo que me sorprende, sin embargo», continúa, «es que a los toros no se les pite en el arrastre y, por el contrario, se silencie la labor de los toreros. Yo comprendo que quien paga 8.000 pesetas por un tendido tiene derecho a quejarse, pero también debe saber que éste es un espectáculo en que la emoción está siempre en el aire». Emilio Muñoz tiene claro dónde está el problema: «Hoy no se mata ni una vaca en el matadero y habría que matar 4.000; no se selecciona en el tentadero, todo vale y cualquiera que gana dinero compra dos vacas y un semental y se convierte en ganadero. ¿Qué podemos pedir, entonces?». Emilio Muñoz manifiesta su firme decisión de triunfar de nuevo en Sevilla: «Lo voy a intentar por mi propio prestigio y por mi temporada; los empresarios se olvidan pronto de los toreros maduros en cuanto no tienen un éxito sonado». La corrida de hoy, 8ª de la Feria de Sevilla: toros de Antonio Gavira para Emilio Muñoz, Litri y Jesulín de Ubrique. A las 18.30.

 9 TOROS 6  Nº 176

EMILIO MUÑOZ

 SALIENDO DE EL PUERTO Una carrera casi varada al inicio de su vigésima temporada de alternativa. Así inició el año 97 Emilio Muñoz. Tras su vía crucis del 96 se esperaba un resurgir que no se produjo ni en Castellón, donde le colocaron sus apoderados como empresarios del coso de Ribalta, ni en Sevilla, donde Emilio nunca perderá crédito. Tampoco en Granada ni en Madrid, donde salió ya entregado a las circunstancias ambientales. Desde ese paseíllo venteño, el 30 de mayo, hasta el 15 de agosto el de Triana sólo se vistió de torero en tres ocasiones. Todo parecía perdido. Hasta que llegó la tarde de El Puerto, el día de la Virgen. Sobre el papel otra corrida más a la desesperada, con una de Barral. Y, al final, en los papeles la reseña de su resurgir, de una tarde redonda, con tres orejas en el esportón y una faena de esencias y arte, ratificado todo sólo dos días más tarde, en la misma plaza, con otro nuevo portazo ante los "guardiolas". La buena noticia corrió como la pólvora, y alegró no sólo las redacciones taurinas sino a muchos aficionados: no está el toreo actual tan sobrado de artistas verdaderos como para desdeñar a toreros como Emilio. La reacción llegó, tarde pero llegó. Y con la temporada ya prácticamente hecha no hubo cabida para Muñoz en el resto de las ferias del año. Sólo en Málaga, contratado de antemano, el de Triana volvió a enseñar sus renovadas ilusiones en el gran circuito. Y tras Málaga, otra gran tarde en Andújar. Y una oreja más en el San Miguel sevillano, y otra salida a hombros en Pozoblanco. De la plaza de El Puerto salió este año un nuevo Emilio Muñoz. En el Rincón volvió a asomar a la superficie el caudal luminoso de este Guadiana torero al que no pueden dejar en el ostracismo. Sería un estúpido lujo. 


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