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El rondeño Javier Orozco no estuvo acertado con la espada y consecuentemente no cortó ninguna oreja. Supo dejar constancia de su clase torera, si bien es verdad que se le debería exigir mas altas cotas por el nivel profesional que contiene el de Ronda.
Se presentó en Marbella la mejicana San Román y tuvo el honor de salir en hombros por la puerta grande después de desorejar a cada uno de sus oponentes que como se ve en esta instantánea de Pastor, no era moco de pavo en cuanto al volumen. La mejica tiene idea de este oficio aunque se le nota que anda en sus principios.
Los novillos de Cayetano Muñoz, encastados, ofrecieron un buen juego en general.
Informó Juan Cintrano.
Fotos: Pastor
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