Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Toros de Paco Rodríguez
Se entiende que esta puerta grande de Talavante, oreja y oreja, es una puerta bastante barata de la corrida de La Beneficencia. La mini dimensión que ha sobrevenido a la plaza de Las Ventas en cuanto a exigencia es de pronostico reservado, y se me ocurre que si algo bueno tiene el Reglamento de Andalucía es que exige cortar dos orejas en un toro en las plazas de primera, con lo que la reflexión está servida: Madrid a la altura de La Malagueta o Córdoba. ¡Toma ya! ¡Lo que saben hacer los políticos por su pueblo! De cualquier manera pese a la vulgaridad de la mayoría del público de Las Ventas, esta sigue siendo la referencia.
Talavante ha estado en Talavante, firme, imaginativo, agresor, desconcertante, valiente, y de vez en cuando se acordaba de dar entre las series picudas, ligadas, destoreadas, algunos muletazos buenos. Nadie le niega la disposición, que hoy ha estado al lado del triunfo y en favor de la apatía de los otros dos toreros, Morante y Manzanares que han disimulado muy bien sus dudas por cuanto han hecho culpable al viento.
La corrida de Cuvillo remendada, con algún novillo, ¡perdón! toro, protestado, segundo, descastaditos, pero que en la muleta se dejaron, segundo, quinto y sexto. Los remiendos de Victoriano del Rio, desiguales de presentación pero manejables.
Saludaron Trujillo y Blázquez en el quinto.
¡Aquí paz y allí gloria!
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