Pero claro, según el señor Caracuel, es que no hemos leído bien el comunicado o lo hemos malinterpretado, aunque también dice que puede ser que no se hayan expresado bien en dicho comunicado, donde debería decirse que se ha puesto en venta la “primera fase del abono de temporada” y no el abono de la temporada, pero “como si fuera la primera fase del abono de temporada”. ¡Menudo trabalenguas, señor letrado! El típico juego de la confusión, de marear la perdiz, de justificar lo injustificable y de intentar poner parches. A ello creo se ha llegado, no por mala fe, sino por ignorancia de los gestores de la empresa. Simplemente, por no haberse leído el reglamento taurino de Andalucía. Pero la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento a nadie. Aunque cada vez dude más que estemos en un Estado de Derecho.
¿El abono de temporada anunciado por la empresa en su oferta, incluye o no incluye los festejos de Semana Santa, junio, agosto y septiembre? Porque, como afirma el señor abogado y sabemos todos, si no se compran los tres primeros festejos, lo que ahora denomina como “primera fase del abono”, la persona que decida abonarse exclusivamente a la feria y a los festejos de septiembre, tendrá únicamente una reducción del 10% en el precio de su abono. ¡Así se fideliza al aficionado! Luego, se diga lo que se diga, sin conocer el resto de carteles que configurarán la temporada, si no se adquieren las tres primeras corridas de toros, el consumidor no se beneficiará de la reducción del 30% en feria y septiembre, quedando esta reducción en el 10%. Luego, la realidad es que estos tres festejos condicionan la totalidad del abono en cuanto a la reducción final en el precio del mismo.
Resultado; si quieres reducción del 30%, a comprar por narices las tres primeras corridas = buenas entradas en dichas corridas, lo que de otro modo muy probablemente con el cartel de la Picassiana no ocurriría, y como ya tengo esa reducción, pues bueno, ya me saco el abono ferial. Pero cabe otra posibilidad a la que tiene derecho el consumidor: conociendo la cartelería de la temporada y no siendo de su agrado abonarse, decide comprar corridas sueltas. Pero sin conocer esos carteles, ante la duda, eso hará que muchos aficionados pasen por taquilla para adquirir los tres festejos de marras. Pues eso.
En ningún momento la empresa ha hablado de “fases” en la compra de los abonos. Insisto que en su oferta, como públicamente han hecho saber, figura un abono de temporada y uno de feria incluyendo los festejos del mes de septiembre. Nada de fases ni milongas varias. Si es un abono de temporada, como así se manifiesta también en los comunicados de la propia empresa publicados en diferentes medios de comunicación, debe insistirse una vez más, que el artículo 73, punto 4 del Reglamento Taurino de Andalucía obliga a la empresa a publicitar todos los carteles que configuran el abono, pudiendo dejar sin hacer público en el momento de la venta del mismo un número de plazas de profesionales de lidia no superior al 10 %. No hay que ser catedrático de derecho administrativo ni abogado del estado para entender los que se dice en dicho artículo, que está pero que muy clarito. Si no gusta este artículo que se cambie, pero mientras tanto debe cumplirse, pues entre otras razones es uno de los pocos del reglamento en los que se atiende a los derechos de los espectadores.
Hasta ahora solamente conocemos tres carteles: corrida Picassiana, Domingo de Resurrección y corrida de la Prensa. Si no me fallan las matemáticas, al día de hoy, se desconocen 10 espectáculos mayores y 2 novilladas con picadores, y ello supone un porcentaje muy superior al permitido en el referido Reglamento Taurino. Sin embargo, en Sevilla, la empresa Pagés ha hecho públicos la totalidad de los carteles que configuran la temporada en la Real Maestranza. En ella se incluyen Domingo de Resurrección, Feria de abril, Corpus y San Miguel. ¿La empresa de Sevilla, no se rige por el mismo reglamento taurino que la de la Malagueta? ¿O es que Málaga tiene un tratamiento normativo diferente?
El que aquí escribe no es sospechoso de no haber apoyado, cuando muy pocos lo hicieron, con vehemencia en este blog a la casa Chopera para que fuera la que gestionara la Malagueta porque, al igual que muchos aficionados malagueños, consideraba y sigo considerando que es la que puede devolver el prestigio al coso del paseo de Reding y la ilusión perdida hace muchos años a la afición de Málaga. Espero y deseo no tener que arrepentirme. Pero eso no significa que vaya a comulgar con ruedas de molino y a renunciar denunciar lo que creo no se hace correctamente y, menos aún, lo que considero puede ir en contra de los intereses de aficionados, espectadores y consumidores en general, y no se ajuste a la legislación vigente. Una vez oí a un famoso ganadero decir en un foro que “el mejor reglamento taurino es el que no se cumple”. Muy al contrario, soy de los que opina que el mejor reglamento es el que se cumple. Así que seguimos a la espera de la publicitación por parte de la empresa de los carteles que configuran la temporada taurina en la Malagueta. De no hacerse, la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, gobierne quien gobierne tras el próximo plebiscito autonómico, debe actuar en consecuencia ante, lo que insisto una vez más, considero un fragrante incumplimiento del Reglamento Taurino de Andalucía.
Para otras cosas ya está, como bien dice Agustín Hervás, la prensa mediatizada y pagada. Que vayan tomando nota algunos.
Pepe Pastor en su blog http://malagatoro.blogspot.com.es/
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