11 septiembre 2011

FORTES PICA EN EL GALLINERO

 Fortes intentando parar al charoles sexto
FORTES PICA EN EL GALLINERO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

He venido a Salamanca a ver a mis compañeros de Onda Cero. Hace ya tres años que no damos las corridas por la radio a causa de la disciplina de la programación de Europa Fm. Y he venido a Salamanca porque no me podía perder el debut del malagueño Jiménez Fortes en esta tierra que lo acogió y lo ha llevado a ser matador de toros.
Como es natural he tenido la oportunidad de ponerme al día de los mentideros taurinos de la zona, de departir ampliamente con Fermín González y Pepe Ramos, los dos espadas de la radio que sirven información puntual desde la plaza todos los días de feria entre siete y ocho de la tarde. He saludado y felicitado a ese gran descubrimiento de la critica para Burladero, que es Javi Hernández. A Javi el del Chinitas, donde se tapea de escándalo, y me he reencontrado con Porritas, que como se sabe ahora colabora con los Choperas en la apertura de nuevos horizontes. Y por supuesto me ha complacido ver triunfar con rotundidad en la tierra de un Gallo que quiere volver a mandar en su gallinero, a Jiménez Fortes que con un buen toro de El Ventorrillo al que pasaportó de una estocada que por si sola valía una oreja, y que cortó otra más. En realidad de las cuatro cortadas, una y una Gallo, solo una para Fortes hubiera sido el balance justo de la tarde, pues a cualquiera se le dice que a la corrida de El Ventorrillo le cortan cuatro orejas y creen que hemos visto un corridón de toros. Ni mucho menos.
En general la corrida desigualmente presentada y con poca cara. Algunos bastante sospechosos de afeitado. Primero y segundo sobre todos. Mansa en los primeros tercios y dejándose en el de muleta aunque todos queriéndose ir a tablas cuando las muletas les podían.
Se despedía de los salmantinos Manolo Sánchez, que no entendió al buen toro primero, ahogando embestidas, y que no supo justificarse con el complicado cuarto. Triste despedida a base de bronca.
El Gallo puso mucha disposición en su lote y se le ha visto querer volver al lugar que tuvo, si bien debería corregir su obsesivo encimismo y su a veces falta de temple. Se le pide serenidad y poso, que ya debería haber adquirido, pero vamos a darle otra oportunidad pues es mandato divino perdonar al que ha pecado, si se arrepiente... eso espero.
El malagueño Jiménez Fortes volvió, como en Almería a ofrecernos el mejor toreo, el más de verdad. Dos tandas o tres por el derecho después de haber abierto la faena con buen son, que significaron la tarjeta de presentación en Salamanca, con reposo, con temple y con ligazón. Dos tandas de naturales de importancia que cautivaron al personal, y una estocada de aúpa. También se llevó un revolcón del que salió con la nariz rota. El sexto un jabonero en tipología charolesa, manso que embistió con el pecho y sin emplearse. Fortes estuvo valiente e intentó meterlo en vereda pero aquella mole de descastamiento no merecía esfuerzos vanos.
Curiosamente el episodio anecdótico de la tarde lo protagonizó este toro que desmontó cual si pluma fuera a Tito de San Bernardo, en los medios y como no acudieran los monosabios, el picador sujetó la cabalgadura de las bridas y tapándose lo que podía aguantó lo que pudo con gran riesgo de su vida, entiendo de forma innecesaria, provocando desconcierto entre las cuadrillas y convirtiendo a la de Salamanca como en una plaza de carros.
¡Aquí paz y allí gloria! 

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