DIARIO DE LA RESISTENCIA: La destrucción del mito.
Por Agustín Hervás
La tarde, aún con el sol encumbrado se hace plúmbea, el verano arranca con fuerza en el arrabal de La Malagueta a donde camina la resistencia por ver su entorno. ¡Lastimosa apariencia! La entrada al patio del desolladero que siempre dio acceso a los corrales de la plaza, a los corrales decimonónicos, está apuntalada. Hay peligro de derrumbe. ¡Lastima que una plaza declarada monumento histórico artístico haya sido ultrajada! Abandonada a la suerte de las muletas que la contienen de la hecatombe. La puerta mudéjar herida en su historia y en su orgullo lamenta el día que los políticos mancillaron el entorno de un monumento tan emblemático como la plaza de toros de Málaga y horadaron su suelo para convertirlo en parqueo de carros. Un entorno arquitectónico de bodrio. Los muros de los nuevos corrales izados a base de placas de hormigón sustentadas entre columnas de hierro, además de ser una ilegalidad denunciable y punible, son birrias que hieren los ojos, amen de estar ayunos de cualquier decoración. No, de cualquier decoración no, pues en ellos se pegan carteles anunciando la venta de garajes.
Descuidado y maltrecho el entorno malagueto la pintura brilla por su ausencia y los enemigos de la fiesta se permiten pintadas como esta del “Museo Torturino”. Aquellos que nos amenazan o no son los mismos que piden la conservación de nuestros patrimonios, o son unos irresponsables que se permiten insultarnos y mancillar nuestro arte arquitectónico.
La resistencia contrasta el importante momento que vive el rejoneo que venido de la mano de Hermoso de Mendoza está cuajando en muchachos ávidos de gloria y de proyectos de figuras como el caso de Diego Ventura que esta temporada está haciendo cosas impensables con los caballos, como la portagayola, y puede presumir de tener la mejor cuadra domada y puesta.
De los oficiales destacados allende Despeñaperros se informa del temor que los aficionados tienen al Reglamento de Andalucía y del que les embarga porque posiblemente ellos tengan uno igual en fechas próximas.
El coronel de inteligencia llega tarde. Según manifiesta, la tardanza es justificada. Todos los espías a su mando tardaron en reportar. Manejar y cumplimentar la información ha requerido su tiempo pero mereció la pena. Se pide que informe a la resistencia sin demora.
.- Es el caso Morante – asienten los resistentes – verán señores, hay indicios bastante fiables de que Morante de La Puebla vuelva a torear este año.
Los resistentes se asombran y se muestran incrédulos. Según el coronel de inteligencia el nuevo apoderado del torero podría estar renegociando los contratos que había firmado Paula. Los generales piden claridad en la exposición.
.- A nadie le es desconocida la buena temporada que Morante estaba haciendo. Triunfos en Sevilla y en Madrid elevaban el interés por este torero. Lo sorprendente fue que dejara a Rafael de Paula y nombrara a otro apoderado, José Miguel Carvajal. Digo sorprendente porque Paula para Morante era un ídolo, un mito viviente, bebía de su toreo y hasta de su personalidad. Tengamos en cuenta que la enfermedad de Morante da para eso y más en la idealización de un mito. Cuando Morante se entera de que su mito estaba en la más absoluta indigencia, su conciencia no puede resistirlo y le organiza en Madrid un pedazo de festival para llenar los bolsillos del mendigo. Aquello fue un éxito y como tal dio para más, para que Morante, dejado llevar por su ansia de bondad y su necesidad de intimar por lo que pudiera aportar a su carrera el jerezano, le propusiera y luego aceptara, ser su apoderado y de esa forma le ayudaría económicamente y recibiera de su ídolo, de su mito, lecciones de incalculable valor artístico y emocional, casi, para el sevillano, rayanas en lo espiritual. Es el caso, que Morante necesitaba debido a su enfermedad, esa relación. La cosa cuajó y la cosa funcionó en las tertulias, en las esquinas, en los extramuros de las plazas y en las plazas. Sevilla, Jerez, Madrid, Granada. Pero a la hora de rendir cuentas con su apoderado los números no salieron. ¡Decepción! ¡Varapalo! Y antes de la desesperación – aquí mantuvo el tipo Morante, venciendo a la enfermedad – ruptura. Por eso rompió y por eso dio a Carvajal poderes para gestionar contratos, porque ciertamente a José Miguel le sonaba fuerte lo de ser apoderado de Morante. Y tiene explicación esa presumible humildad de parte del nuevo apoderado porque ha gestionado más que apoderar y su primera misión fue ir a ver con las empresas los contratos que había firmados y a como estaban firmados. La sorpresa no debió ser muy grata. La caída del ídolo era evidente. El barro había sido tan mal cocido que se derretía como chocolate en candela. Todo se había acabado y el mito destruido. Ante posibles denuncias de empresarios por incumplimientos de los contratos firmados por Paula, ¡vaya usted a saber a qué dinero!, Morante corta la temporada. Y si cabe la posibilidad de renegociar algunos, quizás en septiembre lo volvamos a ver en las plazas.
.- Por eso tiene sentido lo que le dijo a Alvaro Cuvillo de que a partir de ahora me apoderará mi madre.
.- Está claro. A Morante se le había caído un dios.
29 junio 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario