del Álamo al natural. Foto de archivo de Manolo Ortega.
Toros del Conde la Maza bien presentados para esta plaza, menos cornalones que otros días y algunos culipollos. Primero justo de casta; segundo parado; falto de casta el tercero; cuarto y quinto mansos y éste con peligro; sexto se deja algo.
Eugenio de Mora: Oreja y silencio
Antonio Nazaret: Silencio y silencio
Juan del Álamo: Silencio y palmas
Eugenio de Mora no se ha podido lucir con la capa, el toro echa las manos por delante, cabecea mucho y es deslucido. Le pegan en varas y en banderillas no pasa nada. De rodillas y por alto, estos toreros veteranos recurren a los rodillazos que hasta dan orejas en Pamplona. El toro no humilla, levanta la cabeza y hasta engancha la muleta, arreones por el pitón izquierdo y la faena dice poco, muchos pases que aburren al aficionado. En la suerte contraria estocada algo trasera.
Vulgar capea en la salida del cuarto, gran falta de profesionalidad de estos falsos e ineptos profesionales. Comienza bien por bajo y tapándole la cara, saca algo al manso, midiendo mucho el toro y el matador quiere sacar agua de pozo seco. Media bajísima y casi entera caída.
Toro sin celo y fijeza, Nazaret le da capotazos y poco más. De mala gana entra al caballo le arrean cantidad y en banderillas busca tablas. Serie de tanteo, el toro se para y hay que sacarle los muletazos de uno en uno, agarrado al piso y esto no gusta por mucho que se empeñe el matador. Perpendicular y atravesada que mata.
Sale suelto de capotes, del caballo y como sus hermanos, se ha dejado la casta en los Arenales...Dos series de redondos y buenos pases de pecho, lo demás un quiero y no puedo con peligrosas coladas. Atravesada con varios descabellos.
Juan del Álamo tiene un burraco que sale suelto que no es nada raro en este encaste, labor de peón hace el matador y ni una mísera verónica. Puyazos al relance y aprieta para adentro en banderillas por lo que es un desastre este tercio. Lo saca de la querencia en tablas y en los medios enjareta faenita que no emociona, va a peor, se defiende y mira al torero con malas intenciones. Pinchazo, metisaca, el toro se echa dos veces, se levanta y aburre a las ovejas.
Tiene que ser en el sexto cuando vemos torear medio bien a la verónica con buen remate de la media. Por lo menos pasa algo el toro y la clase del salmantino se deja ver, menos da una piedra. Recurre a las manoletinas y menos mal que no se arrodilla, ya está bien de toreros píos. Media en buen sitio y descabello.
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