Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.
Desde este día de su alternativa, Ponce ha concedido ya 64 alternativas.
Uno pensaba que en el toreo había cosas inamovibles, como ciertas tradiciones y referencias. Madrid plaza dura y respetable. Sevilla plaza entendida y respetuosa. Lo creía, hasta hoy. Pues hoy debido a una pléyade de forasteros irrespetuosos con el templo del toreo, que venían de la tierra de la bellota, han protestado un toro parado y han conseguido amilanar a una presidenta, la señora Moreno, que claudicando, ha devuelto el toro a los corrales faltando al reglamento. En definitiva, la presidenta, ha manchado el nombre y prestigio de La Maestranza, y el populacho ha pecado de ignorancia taurina. Por el “Mundo Feliz” y por la irresponsabilidad presidencial, hoy se ha convertido esta plaza en una plaza de talanqueras que puede decir mucho en el futuro del toreo. Si los sevillanos de toda la vida, no callan a ese populacho enfervorizado y poco entendido, poniéndolos en su sitio. Y si la autoridad competente no echa del palco a esta presidenta. El terreno queda abonado a la ignominia del toreo y a que los enemigos de la tauromaquia alcancen sus objetivos. ¿Cómo vamos a defendernos de los ataques si no somos capaces de dignificar este arte, echándolo a los pies de los caballos?
Ustedes verán, taurinos, que comen de esto, yo lo cuento, y lo que hoy he visto en La Maestranza no tiene nombre. Salió el primer toro, manseando y parándose. Los partidarios del toricantano José Garrido lo protestaron y la presidenta saco el pañuelo verde. Luego salió un sobrero de Juan Pedro Domecq con el que se ofició la ceremonia y el toro no embistió porque se lesionó la mano derecha. Garrido anduvo pesado. Con el sexto, también de Juan Pedro, toro con mucho motor y genio, el extremeño no pudo con él. Ganas y mucho aturullamiento, en un trasteo vivo pero sin resultados.
El padrino Ponce igual que estuvo no hubiera podido estar. Si le hubiera dado los trastos a Garrido y se hubiera ido no lo hubiéramos echado de menos. Por descaste del segundo nada mas que una estocada anotamos. Y con el sobrero de El Pilar, una burra sin fuerza, porfión, enseñando el culo y pesado. Muy pesado el catedrático.
El toro más potable lo sorteo Castella en tercer lugar. Pero a fe que el toro se fue sin torear bien. El toro tenía más y el torero se empeñó en destorear. Ir al hilo del pitón. Sin cruzarse una vez y saliendo muletazos deslavazados. Algunos enganchados. Es cierto que entre col y col una lechuga y alguno templado también pegó. El quinto toro fue un toro mentiroso en varas pareció bravo, dando oportunidad a Doblado de saludar, y en banderillas con pies saludando Chacón por poner el par mas puro y ortodoxo de la feria. Luego se rajó y al final Castella se quedó sin nada.
La corrida de Parladé y Juan Pedro Domecq, desigualmente presentada, justa de fuerzas y descastada. Otra impropia de esta plaza de toros, comprada con billete pequeño.
¡Aquí paz y allí gloria!
1 comentario:
Tienes mucha razón sobre la carencia de conocimientos taurinos.Es un problema generalizado.Incluso pasa en Bilbao con su Presidente que le cuesta mantener la pureza reglamentaria ante las exigencias del Mundo Feliz.Iñaki Arruabarrena.
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