Venia a presentarse en este Domingo de Resurreccion en la plaza de Marbella el novillero sevillano Alfonso Cadaval y dijo a la aficion dos cosas. Que quiere y que puede. Decir esto en los tiempos que corre el toreo, no es moco de pavo, sobre todo si le salen dos pavos de novillos aunque fueran erales. Los Palacios rezaba el hierro ganadero, hierro que por otra parte significa garantia de triunfo entre la toreria. Pero claro, no siempre se puede triunfar y hoy no era el dia para ello. El primero noble y bueno regalo embestidas soñadas. El segundo manso. El tercero de menos a mas, y el cuarto encastado con mas genio que bravura. A Cadaval le toco el manso con el que anduvo sin ninguna duda, y el ultimo con el que estuvo en novillero. Esto es queriendo hacer las cosas bien y pudiendo hacerlas cuando el novillo se prestaba a ello. Dignidad y resolucion son notas que ameritan a Alfonso. No queda mas remedio que seguir en la linea marcada.
Romera abria cartel. Romera ya es veterano novillero, por tiempo, no por edad, y es hijo del director de expansion del Portal Taurino Prensataurina.com, Juan Romera, y anduvo el de Granada con disposicion y manejo en el noble primero y voluntarioso en el tercero. Los reiterados fallos a espadas de los novilleros impudieron premios mayores y hubieron de conformarse ambos con sendas vueltas a ruedo.
El Paquera, sobresaliente de la tarde resulto cogido y conmocionado siendo trasladado de la enfermeria al Hospital de la Costa del Sol, para estudios radiologicos.
¡Aqui paz y alli gloria!
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