Elías Bendodo, presidente de la Diputación de Málaga, y Óscar Chopera
En el día de hoy se hace efectivo el acuerdo entre la Diputación de Málaga y la empresa de La Malagueta concesionaria de la plaza de toros, por el cual se rescinde el contrato que ambas partes firmaron hace poco más de un año. El escrito del acuerdo que deberá ser ratificado por el pleno de la entidad supraprovincial, se hace constar la imposibilidad del cumplimiento del contrato por las circunstancias sobrevenidas en la situación económica actual del país y de la provincia de Málaga en particular. El canon de 2013 no se abona, pero si se aplaza el pago del año 2012, aplazado. La Diputación retiene la fianza que en su día por ley se depositó para hacer frente a responsabilidades subsidiarias.
Culmina así la gerencia más breve de La Malagueta en toda su historia. En realidad esta situación no ha venido nada más que a corroborar la distancia entre los políticos y mandatarios que hicieron un pliego inservible e incumplible, con la realidad de una sociedad cada vez más empobrecida que mediatiza a un empresariado, otrora instalado en la comodidad de las subvenciones y que ahora debe afilar el caletre para hacer rentable un negocio, el taurino, que hace aguas por todos lados.
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