09 febrero 2007

TAUROMAQUIA PARA ANTITAURINOS (II) EL TORERO

JOSE GARCIA SANCHEZ (Manolete)
Es sólo una fotografía. Es toda una fotografía. Es más que una fotografía. Es la verdad desnuda.
Un hombre, el torero, se ensimisma unos minutos antes de salir al ruedo, antes de que comience una representación trascendente: el toreo.
Está rodeado de ruidos de gentes que lo atosigan, saludan y palmotean; él sigue ensimismado, no puede hacer otra cosa. No puede porque sabe.
Conoce sus fuerzas -o su falta de ellas-, sabe de sus recursos, calcula los imponderables, intuye las complicaciones, anhela la perfección y teme el fracaso.
Dentro de nada -ya- entrará con sus compañeros de terna en el círculo mágico, en el escenario de una tragedia con cara de Fiesta. Va a desafiar a quien no admite desafíos, a alguien mucho más fuerte y poderoso, pero domeñable con la inteligencia. Quiere encararse con la vida y la muerte, va a dar la muerte para reivindicar la vida.
Su oficio no es de matarife, su arte es de matador, dador de muerte que envida con su propia vida en el reto.
Sabe -cree saber- que conseguirá dar muerte triunfal a muchos toros concretos; sabe también -aunque no lo quiera saber- que, al final, el TORO, la madre natura, podrá con él y lo retirará del juego, vencido por el tiempo y camino de su muerte.
Sabe de sobra -y odia saberlo- que cualquier tarde, en cualquier juego de esta liturgia, el toro concreto puede acabar con él definitivamente, trastocando todo el sentido del toreo, convirtiendo en rotundo fracaso todas las normas del rito y llenando de angustiosa frustración al coro anhelante de catarsis.
Pero, por encima de todo y ante todo, sabe que puede conseguir la comunión con el público, sabe que puede estremecerse y hacer estremecer a los demás con su expresión estética, con la belleza que sale de su cuerpo y su mente, sábese poseedor de la verdad, de la esencia última y primera de la vida y la belleza.
Por eso se ensimisma, por eso calla: porque sabe.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Dice un verso de Miguel Hernández: "Algún dia/se pondrá el tiempo amarillo/en tu fotografía".

AMARILLEA CROMÁTICAMENTE LA FOTO QUE UN DIA FUE IMPOLUTO BLANCO Y NEGRO. BLANCO, DE PAÑUELOS AL VIENTO PIDIENDO TROFEOS A LA VALEROSA FAENA DEL MAESTRO.
NEGRO, DE NUBARRONES QUE NO PERDONAN LA GLORIA EN VIDA DE QUIEN SE SABE POSEEDOR DEL ELIXIR DE LA TAUROMAQUIA AÑADIDA A UNA EXISTENCIA PREMATURAMENTE SEGADA POR EL PITÓN TRAICIONERO QUE PERFORA TODO UN SUEÑO DE VALORES, SENTIRES, DESAIRES, DESCARTES, SOCAIRES, PENAS DEL AIRE, AL FIN.