El diestro, miembro de una afamada dinastía torera, ha muerto el martes 26 en Córdoba a los 78 años de edad.Imagen de Gabriel de la Haba 'Zurito'. / CÓRDOBA
El matador de toros cordobés Gabriel de la Haba Zurito ha fallecido hoy en Córdoba a los 78 años de edad. Miembro de una afamada dinastía de toreros, siempre destacó en los ruedos por su honradez, sustentada en los principios básicos de parar, templar y mandar. Gabriel de la Haba nació en Córdoba el 14 de septiembre de 1945, en el barrio de Santa Marina. Nieto del picador Manuel de la Haba, fundador de la dinastía, e hijo del matador de toros Antonio de la Haba, su infancia transcurrió entre capotes y vestidos de torear.
Debutó de luces con 14 años, el 10 de julio de 1960, en la plaza de Ronda. Aquella tarde lidió ganado de Salvador García y de compañero tuvo a su paisano de Bujalance Agustín Castellanos El Puri, dos nombres que harían pareja durante años en los ruedos y que llevarían la pasión a los tendidos. El 6 de mayo de 1962, acompañados por el rejoneador Clemente Espadanal y por Gonzalo Amián, otro novillero cordobés que daba el salto, se presentaban con caballos en Los Tejares. Al año siguiente, en 1963, Zurito era ya dueño y señor de su escalafón, quedando líder de los novilleros con picadores nada menos que con 85 actuaciones. Entre ellas, su presentación en Madrid, el 26 de septiembre, acompañado de Jerezano y Currito en la lidia de reses de Carlos Núñez.
Alternativa en Valencia
Gabriel de la Haba tomó la alternativa en Valencia el 24 de mayo de 1964. Cortó nada menos que tres orejas después de que Miguel Báez Litri le entregara los trastos en presencia del mexicano Joselito Huerta para matar dos toros de Manuel Arranz. Los tres toreros saldrían a hombros. Aquel año toreó 37 corridas, sufriendo dos importantes cornadas en Granada y Bilbao que le condicionaron la temporada. Como al año siguiente en Jaén, el domingo de Resurrección, donde sufrió una aparatosa cornada en la cabeza.
El 9 de mayo de 1965 formó partel del cartel de la inauguración del coso de Los Califas. Zurito, que aquella tarde estuvo acompañado por José María Montilla y Manuel Benítez El Cordobés en la lidia de toros de Carlos Núñez, cortó tres orejas y un rabo.
El 19 de mayo de aquel año confirmó la alternativa en Madrid con Joaquín Bernadó de padrino y Jaime Ostos de testigo. El toro de la ceremonia se llamó Sevillano y pertenecía a la ganadería de Manuel Sánchez Cobaleda.
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