11 julio 2011

EL TORERO DESCALZO

Francisco Rodríguez
Feria de San Fermín, lunes 11 de julio de 2011. Toros de Fuente Ymbro. Primero manejable ampliamente. Segundo bueno. Tercero se deja. Cuarto manejable. Quinto soso y a mas. Sexto descastado. Antonio Ferrera, silencio en el lote. César Jiménez, ovación que saluda y oreja. Ivan Fandiño, oreja y ovación que saluda.


Por Agustín Hervás


Onda Cero Radio.
Un torero descalzo es un torero descalzo se mire por donde se mire, y esa desnudez de los pies, a pesar de las medias, es una falta de respeto al publico. No me pregunten a qué público pues hasta el del sol de Pamplona hay que respetar. Otrora cualquier desvestimiento de las prendas de torear necesitaba de un permiso de la autoridad. Hoy uno se quita la chaquetilla por asfixia y no pasa nada o se quita las zapatillas en terreno seco y tampoco. Debe ser por los tiempos que corremos ayunos de vergüenza y excesivo compadreo. Le va su carácter con los tiempos que corremos a César Jiménez, que en terreno firmemente seco de la arena de Pamplona se descalzó en sus dos toros. Es valiente el muchacho por enfrentarse a la crítica, de la que comprendo que pase, pero también lo es porque un pisotón de las pezuñas torunas puede ser fatal para las falanges, los falangines y las falangetas. Averías a parte, que por fortuna no sucedieron, el madrileño estuvo aseado en su primero a que llegó a ligarlo pero con el que no dijo nada pues la faltó alma a la faena. Con el quinto estuvo mas centrado pues templó bien al toro en su devenir, llevándolo con destreza y haciendo poco a poco las embestidas. Tiene visos de ser un torero recuperable si toreara con las zapatillas puestas, la muleta bien planchadita y la pierna adelantada, y por supuesto se olvidara de sacar el culito.
Ferrera anduvo aseado en el trasteo al primero del encierro pero pudo haber hecho más. Y el toro cuarto se le fue por la mala colocación del torero, y por la poca convicción.¡ que puso en sacar la faena.
Hay que tener en cuenta a Fandiño, el vasco, se los pasa muy cerca, carga la suerte, con mucha verdad, entrega y disposición, y eso lo hizo al peor de los tres primeros toros. Luego en el sexto, el malo del encierro, le anduvo con torería y quietud.

La corrida de Gallardo buena, toreable, con más posibilidades de las que sacaron los matadores, con un lote de puerta grande para Ferrera, y otro para Jiménez. En el caballo cumplió excasitamente.
¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

cesar jimenez un torero valiente a quitase las zapatillas espero que lo haga de nuevo