Entre estas dos vueltas al ruedo medió poco más de una hora. El año 2007 fue particularmente para José Tomás, un infierno, no como el de este año en Aguascalientes, pero en aquel pudo haber ocurrido cualquier cosa. Lo llamamos el Ecce Homo, que viene a significar, he aquí el hombre. Y ciertamente para los que le vimos irse como un dios, regresar como un hombre significó haber roto con unas estructuras del toreo a las que había elevado a la divinidad y ahora bajaba a la tierra como lo que es un hombre, un torero que en palabras de Paula, casi sabe torear.
Fotos de Viajes Saldumar, Marbella.
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