VIOLENCIA INNECESARIA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Piensa Ventura que su caballo Morante es así. Que así es su personalidad, que se siente torero y todo ese rollo Macabeo para justificar la violencia con la que el tordo le pega bocados a los toros. Se equivoca Diego Ventura. Los bocados que pega Morante no son más que el ejercicio de una violencia innecesaria contra un animal que no tiene las mismas oportunidades en el combate. Quizás fuese por eso por lo que al descansado de José María Recondo no le gustaba el numerito de los caballos. La desventaja de luchar contra un caballo que se mueve y un hombre que lo hiere desde arriba no es la misma que la que se tiene en el toreo a pie. Por esa razón Morante, que es un buen caballo, ejerce violencia, y su amo un chico de vacas cualquiera al que le gusta exhibir esa violencia gratuita en el circo. Circo, que no plaza de toros. La prueba es que cuando el caballo va recogido, no muerde, cuando le suelta la boca, es decir las bridas, el caballo se lanza al toro con dentelladas.
Por lo demás, Ventura en la primera actuación que le veo este año, estuvo correcto y en su papel de segunda figura. Sacó su cuadra de figuras, arriesgó hasta dejarse tocar bastante los caballos, caso de Nazarí y empleó su oficio para cortar dos orejas al peor toro del encierro. El sexto.
En realidad la tarde fue una tarde de entrenamiento para los tres rejoneadores. Andy Cartagena mal con los aceros de muerte, frío y entiendo que aún sobrecogido por la convalecencia postoperatoria. Al matar a su primero se dolió de la rodilla derecha.
Antonio Domecq probando caballos. Con Cacao puso un brillante par de banderillas, se entiende a dos manos, si bien a la yegua Vanidosa le falta aún un hervor para que cuaje bien de salida.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Vistalegre (Madrid). Domingo 7 de febrero. Primera de la Feria de Invierno.
Toros de San Pelayo, desigualmente despuntados. El sexto muy desmochado. En líneas generales correctamente presentados. Primero manejable de más a menos. Segundo y quinto, parados, esperando y arreando. Tercero y cuarto, buenos. Sexto soso, sin recorrido hasta llegar a pararse.
Antonio Domecq, pinchazo, metisaca trasero, medio rejón caído y trasero, vuelta por su cuenta. Pinchazo bajo, tres pinchazos más y rejón bajo. Pie a tierra y un descabello, silencio.
Andy Cartagena, rejón caído, pie a tierra y un descabello, oreja. Medio bueno, otro bueno entero que provoca derrame, vuelta al ruedo.
Diego Ventura, rejón traserito, pie a tierra y se echa el toro, oreja. Pinchazo con retranqueo y entero que provoca derrame, dos orejas.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Piensa Ventura que su caballo Morante es así. Que así es su personalidad, que se siente torero y todo ese rollo Macabeo para justificar la violencia con la que el tordo le pega bocados a los toros. Se equivoca Diego Ventura. Los bocados que pega Morante no son más que el ejercicio de una violencia innecesaria contra un animal que no tiene las mismas oportunidades en el combate. Quizás fuese por eso por lo que al descansado de José María Recondo no le gustaba el numerito de los caballos. La desventaja de luchar contra un caballo que se mueve y un hombre que lo hiere desde arriba no es la misma que la que se tiene en el toreo a pie. Por esa razón Morante, que es un buen caballo, ejerce violencia, y su amo un chico de vacas cualquiera al que le gusta exhibir esa violencia gratuita en el circo. Circo, que no plaza de toros. La prueba es que cuando el caballo va recogido, no muerde, cuando le suelta la boca, es decir las bridas, el caballo se lanza al toro con dentelladas.
Por lo demás, Ventura en la primera actuación que le veo este año, estuvo correcto y en su papel de segunda figura. Sacó su cuadra de figuras, arriesgó hasta dejarse tocar bastante los caballos, caso de Nazarí y empleó su oficio para cortar dos orejas al peor toro del encierro. El sexto.
En realidad la tarde fue una tarde de entrenamiento para los tres rejoneadores. Andy Cartagena mal con los aceros de muerte, frío y entiendo que aún sobrecogido por la convalecencia postoperatoria. Al matar a su primero se dolió de la rodilla derecha.
Antonio Domecq probando caballos. Con Cacao puso un brillante par de banderillas, se entiende a dos manos, si bien a la yegua Vanidosa le falta aún un hervor para que cuaje bien de salida.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Vistalegre (Madrid). Domingo 7 de febrero. Primera de la Feria de Invierno.
Toros de San Pelayo, desigualmente despuntados. El sexto muy desmochado. En líneas generales correctamente presentados. Primero manejable de más a menos. Segundo y quinto, parados, esperando y arreando. Tercero y cuarto, buenos. Sexto soso, sin recorrido hasta llegar a pararse.
Antonio Domecq, pinchazo, metisaca trasero, medio rejón caído y trasero, vuelta por su cuenta. Pinchazo bajo, tres pinchazos más y rejón bajo. Pie a tierra y un descabello, silencio.
Andy Cartagena, rejón caído, pie a tierra y un descabello, oreja. Medio bueno, otro bueno entero que provoca derrame, vuelta al ruedo.
Diego Ventura, rejón traserito, pie a tierra y se echa el toro, oreja. Pinchazo con retranqueo y entero que provoca derrame, dos orejas.
Presidió el señor Muñoz Infante que concedió con benevolencia la oreja a Cartagena y las dos a Ventura. Vistalegre será plaza de segunda pero no de segunda de pueblo.
2 comentarios:
Perdona que toque los huevos otra ves, pero lo del caballito Morante ser noble donde los haya lo ha transformado en un monstruo el Caballero rejoneador Ventura, y con esto descalifica aun mas la practica del rejoneo moderno y de mail y un argumentos a los antitaurinos.
El rejoneo es con los toros en puntas, o no es nada que un abuso de dos animales el toro y el caballo.
Si queremos defender la fiesta proibamos el rejoneo con toros mutilados.
¿pero es que nadie, va a parar los pies a este impresentable?
¡¡¡Ya esta bien!!!
Salud
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