FERIA DE FUENGIROLA 2006. SEGUNDA DE ABONO
COLA, LEMON, BEER,WATER
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
En realidad el vendedor de bebidas pronunciaba así:
.- Cooola, lemoon, biar, wota.
No se si bien o mal, pero los guiris que había en el tendido lo entendían perfectamente y compraban lemon aunque pedían orange.
Así y comiendo pipas se pasó la tarde larguísima de la novillada sin picadores en la que un chaval de la tierra se encerraba con seis erales a beneficio de una hermandad semanasantera. No dio para mucho en realidad aunque el resultado fuera ostentoso. Ocho orejas y un rabo, un par de pares de sustos por revolcones de inconsciente, un par de banderillas bueno en moviola y dos o tres naturales. Lo demás vulgaridad aderezada de un férreo empeño de agradar y de sacar partido a los becerros, erales y un novillote bueno que fue el sexto. Es cierto que en un par de faenas tuvo que dejar a los novillos elegir los terrenos del combate y plantearles cara en las tablas. Lo más interesante de las faenas de muleta. Por lo demás mucho paisanaje.
Los novillos de Los Palacios y de los Hermanos Tornay. En general manejables, ninguno Barrabás. El chaval en cuestión Ismael Cuevas. Lo visto, allá va:
Comenzó con ocho minutos de retraso el acontecimiento, se vistió de Tabaco y Oro, terno que le regaló El Cid. Recibe al primero por Chicuelitas o algo parecido y se lleva el primer revolcón. El becerro es castaño con el hierro de Los Palacios. Vulgar con los palitroques. Sin fuerza el cornúpeta y sin gusto el niño. Varios revolcones. Tendida y descabello. Oreja.
El segundo de Tornay. Encastado. El novillo por encima del novillero. Le hace guardia y luego receta una entera y descabello. Oreja.
El tercero de Los Palacios manseando, rajado. Ofrece palos a los subalternos que pegan un mitin. Me duele que lo diera Jesús Márquez que no es tan malo como quiso hacerlo. El niño más enrazado le saca la faena en las tablas al rajado. Estocada y dos orejas.
El cuarto de Tornay, encastadito y berreón, queriéndose ir. Se aprovecha Ismael de los viajes del novillote. Bajonazo, una casi entera a la voz y otra caída. Descabello y ovación.
En el quinto potorrosos pares de banderillas en noche cerrada con una muy deficiente luz artificial que proyecta sombras. Distraído y tardo también en tablas la faena equivocando los terrenos. El novillo pedía largura y tercio. Pero tomaba el trapo. Estocada y rabo.
El sexto el más grande. El segundo par a la moviola el mejor. Embiste con templanza e Ismael sacó algunos naturales buenos. Pinchazo y estocada, dos orejas.
Ismael será figura dentro de unos años, pero yo no he apreciado en esta novillada ningún síntoma de futuro largo. ¡Ojala me equivoque! y sea yo quien no ha visto la misma novillada que la mayoría que le aplaudían hasta echar humo las palmas. Quizás sea que yo nací en un tiempo en el que aún en Jaén se segaba con hoz.
Aquí paz y allí gloria.
10 octubre 2006
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