SALAMANCA EN SAN ISIDRO

SALAMANCA EN SAN ISIDRO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

Entiendo que la feria más importante del mundo debe ser una feria abierta a las ganaderías y a la torería del universo taurino por lo que debería haber en cada feria una representación de la tauromaquia de cada país enamorado de esto. Si esto fuera así se evitaría mucho compromiso y mucho enchufe político para una feria a la que dejarían vivir sola.
Entiendo pues que desde la perspectiva de la afición salmantina no nos podemos quejar de la representación de nuestra tauromaquia aunque con seguridad no estuvieron todos los que eran aunque si fueran todos los que estaban.
Y ahora escribimos de los resultados porque de ellos dependerá nuestra autoestima y la que los demás nos tengan.
En lo ganadero hemos visto la de Valdefresno que no pudo ser. Llegaron vacíos a la muleta, como si sufrieran enfermedad, después de los primeros tercios en los que cumplieron. Pitados primero y tercero y devuelto el sexto, en general anduvieron sin fondo como el quinto, ahogándose como el cuarto y sin fuerza como el primero.
Lo de Garcigrande escasamente presentados para Madrid excepto el segundo nº 88 muy bien presentado (Guitarrista), que fue ovacionado al arrastre y en todos los tercios se mostró con bravura. El toro descubrió a un vulgar torero que no supo verlo en la muleta. El Fandi no estuvo a la altura. Sólo Castella le cortó una oreja al tercero y El Capea en el día de su confirmación con el soso primero aliviándose, y no se pudo medir con el rajado sexto. El tercero justo de fuerzas y noble sin terminar de rematar en los muletazos y el cuarto sin entregarse.
Los del Puerto de San Lorenzo estuvieron bien presentados, cumplieron sobrados en el caballo, con buen tranco a banderillas y en la muleta fueron buenos en la variedad de nobles, encastados, manejables con alguno que se rajó como el tercero y el quinto sin clase. Posiblemente la corrida más completa del ciclo aunque los jurados hayan preferido otra, pero ya saben que esto es una cuestión de cuernos. Al Fandi se le fue el lote sin excusas. Cesar Jiménez no templó a su primero y con el quinto no estuvo a la altura de la figura pretendida por los madrileños. Y Tejela que cortó una oreja al tercero anduvo bien con la corrida.
A Javier Pérez Tabernero le aprobaron cinco y le devolvieron uno, en general manseando.
Los novilleros, Javier Blanco, muy verde para tal compromiso, aunque gustando en novillero, y Raúl Cuadrado, neófito en lo de Santacoloma, me traen a la mente la reflexión de que la torería debería estar más preparada para acudir a la primera plaza del mundo. Entiendo que las plazas de pueblos y las de provincias están para cultivar a los chavales a pesar del 33% porque si no estamos de acuerdo con ese sistema, que no lo estamos, denúnciese y cámbiese la moda.
Los matadores: Eduardo Gallo que como el resto de la terna del día de Victoriano no se merecieron las orejas. Ninguna de las faenas debió ser premiada nada más que con sedas vueltas al ruedo porque no olvidemos que Madrid debe valorar y premiar excepciones, consentir normalidades y despreciar vulgaridades. Gallo estuvo bien en el sexto resolviendo en buen tono y armonía pero en su segunda tarde con los Lagunajanda perdió todo lo ganado en la primera; El Capea, el hijo de aquel para quien el toreo no tuvo secretos, se fue de Madrid con bronca por lo embastecido y primitivo de su toreo; Javier Valverde condicionado por la cogida de un Miura en Sevilla ha echado una feria entre el querer y no poder. Insisto que desde que dejó a Cerezo su carrera ha ido a menos y luego nos quejamos de que así está esto; López Chaves ha dado una buena dimensión de lo que puede ser y significar en la tauromaquia. Puede vivir de esto.