06 junio 2024

VICTORINO MARTÍN, ASÍ NO. MADRID. CORRIDA DE LA PRENSA 2024. PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS.

 

TERCERO
SEGUNDO

Así no es la casta Victorino, y si no es así tampoco debe ser esta corrida referente de nada provechoso para la ganadería y para la afición. Hacer espectáculo del peligro es lícito si el peligro es connatural a una parte de la bravura o la casta de lo bravo. Pero echar seis toros bien presentados pero con los cuchillos en los dientes y afilados es prevaricación a la violencia. Solo el tercero se salvó de la quema y el segundo por los pelos.

Estuvo en el palco el Borbón al que le brindaron los primeros toros los matadores en mano a mano Paco Ureña y Borja Jiménez.

Con genio en varas el primero y arreando en palitroques. Con peligro en la muleta sin pasar. Una vez se coló y se llevó al torero por delante rompiéndole los machos. Probó y lo despenó de mala manera porque falló a espadas Ureña. Pitado al arrastre.

Aplaudido de salida el tercero que se repuchó en varas. Cara arriba en banderillas y luego se echó a embestir por el derecho repitiendo, y con posibilidades por el izquierdo. Fue ovacionado al arrastre. Paco Ureña dio vuelta al ruedo sin merecerla. No estuvo confiado con el toro. Tardó en verlo y en bajarle la mano. No sometió las embestidas. No controló las reposiciones e hizo un esfuerzo sin recompensa. Fue avisado antes de una corta atravesada.

Manseó en el caballo el quinto y no tuvo viaje en palitroques. Se venía de largo en los cites pero no pasaba. en los medios embistió algo mejor pero no rompió. Ureña quiso y consiguió algunas embestidas a la voz pero después del esfuerzo ímprobo nada cuajó. Muy mal con los aceros.

Borja Jiménez toreó a la verónica al segundo, estuvo voluntarioso y valiente. Decidido en el esfuerzo, pero el toro necesitó otra lidia que no fuera la del toreo moderno al uso. Mató muy mal a un toro encastado al que le faltó un puyazo y que fue ovacionado al arrastre.

Sin fuerzas el cuarto toro, que se empeló en varas y que esperó en palos y que a la muleta llegó soso, sin humillar y quedándose corto. Pitado al arrastre. El sevillano se lo sacó a los medios con el capote por delante y en la muleta otra vez voluntarioso pero desconcertado pues no pudo adivinar las teclas que había que tocarle al toro... Borja anduvo desconfiado con este Victorino y el respetable le protestó la porfía.

El sexto que fue bravo en varas se dejó todo ahí y en el resto de los tercios cara arriba en banderillas y en la muleta de más a menos sin emplearse, desfondando y negando la bravura de las varas. Borja quiso pero nada. Algunos muletazos aislados sin historia.

¡Aquí paz y allí gloria!





 


No hay comentarios: