07 junio 2024

VIEJOS TOROS DE ADOLFO MARTÍN, DESCASTADOS, PELLEJOS. MADRID. FERIA DE SAN ISIDRO 2024. PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS.

 

ESCRIBANO EN LOS MEDIOS FRENTE A LA PUERTA DE TORILES.

En realidad no se a qué criterio obedece el concentrar en una semana tres hierros de el mismo encaste. Este Simón Casas, el productor del toreo con estas cosas y la del descanso de los lunes cree que ha descubierto el magisterio empresarial taurino.

Como se ha visto con la corrida de Adolfo Martín, la de Victorino y la de Escolar, la idea del productor ha hecho aguas. Lo mismo podía haber resultado satisfactoria pero no. Los toros de estas tres ganaderías han dado un petardo supino dejando como ganadoras a las del encaste Domecq que han sido las verdaderamente importantes y yo aquí voy a meter también a las del encaste Murube que han funcionado para rejones bastante bien.

La emoción es un componente de la lidia al que no se puede renunciar, de manera que emocionarse en los toros es lo sublime del espectáculo. Pero la emoción que proviene de la violencia, de las malas ideas, y del descaste no es la misma que la emoción que deviene de la bravura, la nobleza y la bondad. De manera que en estas corridas (18 toros del mismo encaste) convendría dejarse de la tontería de la alimaña (una estaría bien por corrida) y apostar más por el toro que embista por abajo, sin derrotar y con chispa, eso si, que no le falte la chispa.

En verdad la chispa le ha faltado a toda la corrida, desigual de presentación por cierto, y las fuerzas, con lo que se ha agravado más la inutilidad de los toros de Adolfo Martín. El cuarto, Malagueño, ha sido el único que ha tenido embestidas nobles y se dejaba bien aunque a oleadas. Con este Ferrera se gustó, luego dio un mitin a espadas. Pitado al arrastre. Otero estuvo bien en los palitroques.

Con el primero Ferrera no se dio coba. Nada por el pitón derecho. Por el izquierdo los muletazos enganchados y a matar. Mató mal a un toro arisco y justo de fuerzas.

También fue pitado el segundo al arrastre, por no romper por abajo y sin viaje. Voluntarioso Escribano que cumplió en el tercio de banderillas  poniéndolas por dentro, el toro hacia las tablas, al sesgo y otro por dentro buscando al toro en las tablas. Dio buena estocada sin hacer la cruz porque el toro le echó la cara arriba.

En el quinto Escribano dio una vuelta al ruedo, después de haber ido a toriles a recibir al toro, (en su primero también lo hizo), estar muy firme con él, con decisión y veteranía. El toro se acabó pronto después de algunas arrancadas humillando por el pitón derecho. llovió durante la faena y la segunda de Ferrera. 

El mejor par de banderillas de la feria lo puso en el tercer toro, Valdeoro. Primero porque el toro era un toro de presentación irreprochable. Segundo porque le ganó la cara con limpieza y sin tonterías, y tercero porque se asomó al balcón, como casi ningún banderillero lo ha hecho, además clavando arriba. ¿Y saben lo peor? que no lo sacaron a saludar los entendidos madrileños, habiendo sacado a otros por cumplir con su obligación o por poner pares a cabeza pasada.

Este tercero de la tarde de Adolfo se quedó corto y probón. Un descastado de pronóstico, pitado al arrastre. José Garrido en el trasteo pasó de voluntarioso a porfión. Mató mal.

El sexto, un toro avacado, fuera del tipo del encaste que por su morfología parecía de la raza morucha salmantina, se dejó a media altura por el derecho y por el izquierdo, haciéndole las cosas bien, se dejaba también. José Garrido estuvo decidido, con colocación, confiado, entendiendo bien las embestidas, dando una tanda superior por el izquierdo y luego buenos finales por el derecho. Mató de bajonazo trasero.

¡Aquí paz y allí gloria!



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