En la obra: Historia del toreo en México de Nicolás Rangel, que como todo en los toros no es aceptado por la universalidad taurina, reporta, en base a documentos encontrados y hasta grabados, la actividad taurina en México.
En muchos casos habla de las fiestas de toros de corridas, pero poco describe la forma de llevarlas; con frecuencia habla de alegrías de juegos de cañas y toros y de capeo al toro, pero en ocasiones habla de capeo a caballo y otras de capeo a pie.
Si aceptamos, sin conceder que tenga razón, dice en la pag. 7, "La primera corrida de toros se verificó en México el 13 de agosto de 1529 (muchos años antes de Pedro Romero y predecesores) no obstante que desde un año antes se había intentado". y el mandato dice "Miércoles 11 de agosto de 1529 años.-Estando juntos en Cabildo el Muy Magnífico Señor Nuño de Guzmán, Presidente de esta Nueva España por su Majestad e los Muy Nobles Señores Francisco Berdugo e Andrés Barrios, alcaldes, e el Doctor Hojeda, e Bernardino Bázquez de Tapia, e Antonio Serrano de Cardona, e Gonzalo Ruys, e Lope Samaniego, regidores, e luego vinieron al dicho Cabildo el Comendador Proaño e Pedro de Sámano. Los dichos señores ordenaron e mandaron que, de aquí en adelante, todos los años por honra de la fiesta de Señor Sant Hipólito, en cuyo d´â se ganó esta ciudad, se corran siete toros e que de ellos se maten dos y se den por amor de Dios a los Monasterios y Hospitales.... etc"
Y en páginas más adelante (40) hay una reproducción de un detalle de un mueble donde se aprecia el toreo a capa de aquellos ayeres. Y menciona que en la fiesta de San Ignacio se corrieron dos toros de balde para los que quisieran correrlos por las calles y el mero 21 en la Plaza Mayor aseada y dispuesta para correr en ella cincuenta toros en dos días, habiendo habidos premios para quien diere la mejor lanzada (lo cual habla de la fiesta antigua) y también para TOREADORES A PIE, al que lo hiciera mejor.
De donde se desprende que ya había toreros de a pié antes que en la Madre Patria, aunque desconocemos qué clase de lidia era. Y menciona en otro lado que la primera ganadería de toros bravos fue la localizada cerca de Toluca (a 60 km de la capital) junto al pueblo de Atenco, donde el primo de Hernán Cortés tenía unas tierras, el conquistador Lic. Juan Gutiérrez Altamirano quien mandó traer doce pares de toros de Navarra como crianza, pero acabó usándolos como animales de protección de sus tierras por lo que los indios se metían a llevarse sus cosas, pero para el 1554 se quejaron con el Virrey Velasco quien en una vista d ojos decretó que tenía que fabricar sus cercos porque sus animales no dejaban salir a los indios a cultivar sus tierras pues los toros los corrían y mataban. Para entonces, dice el autor que ya había en el valle de Toluca más de ciento cincuenta mil cabezas de ganado vacuno y caballar. Por lo anterior pudiera colegirse también, una gran antigüedad en cuanto a ganadería que desde luego no era exclusiva para lidia, pero sí proveía los animales para ella.
Honorato del Portillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario