01 junio 2023

MADRID. FERIA DE SAN ISIDRO 2023. CORRIDÓN DE TOROS DE SANTIAGO DOMECQ EN LAS VENTAS. UN TORRENTE DE CASTA.

 

                                Toro de Santiago Domecq. Número 14, el toro bravo de la feria de San Isidro.

No cabe la menor duda de que la casta es el motor de la bravura, y la bravura es el motor de la fiesta del toro "bravo". Sin él no hay nada y sin nada no hay tauromaquias.

El quinto toro de la corrida de hoy, de embastecidas hechuras, pesaba 599 kilos, en varas manseó pero es verdad que la suerte de varas autentica solo se ve en los tentaderos, por consiguiente, el ganadero está obligado a adivinar en los festejos públicos la bravura de sus toros. Si quieren algún día escribiré por qué sostengo esta teoría. Pero el toro se creció en banderillas y acudió a los cites con pies y en la muleta derrochó bravura, embistió con bondad y nobleza y se entregó en cada tanda de muletazos. Fue premiado con la vuelta al ruedo

Fernando Adrián que salió por la puerta grande al cortar una oreja de cada uno de su lote, ligó el torrente de bravura pero no lo toreó. Pegó pases sí, que no emocionaban por la enjundia y profundidad, solo emocionaron a los del tontódromo por la ligazón pues en el tendido hubo mucho público que no se tragaba la lección de simplicidad de este torero. Sí destacó Adrián en el toreo por bajo que no es toreo fundamental, solo de adorno y colofón de la faena.

Pero es que el segundo toro, primero del lote de este toreo, fue toro en conjunto muy parecido al quinto, este de buna presentación, de capa carbonero, capirote y botinero, se repuchó en varas y en banderillas acudió con mucho tranco. Fue un toro encastado, muy interesante en la muleta con muchas teclas que tocar que fue ovacionado al arrastre. La oreja que le dieron a Adrián de este toro fue una oreja injusta para la categoría de la plaza que con su petición, con una estocada defectuosa, y su concesión, aunque sea reglamentaria, demerita la categoría de la plaza más importante del mundo. Adrián se mostró inexperto para aquellas embestidas encastadas, haciéndole cosas al toro pero de toreo bueno nada.

Me interesó mucho la actitud de Álvaro Lorenzo en el sexto del encierro. El toro más malo. Manseando en todos los tercios y en la muleta amagando, dejándose mentirosamente y rajándose. Un toro vasto de presencia que cogió al torero en el inicio de la faena y que no se inmutó estando herido, que se fue al centro del ruedo con él y estuvo firme, que el público aplaudió su entrega y que después de todo esto recetó unas tandas de naturales exquisitos y templados. Fue avisado y el público le pidió la vuelta al ruedo. 

Pero también le tocó en tercer lugar un toro manso encastado que rompió a embestir y que fue ovacionado al arrastre. Álvaro Lorenzo que había dado un manojo de verónicas de las que el público no dijo ni mu, (esto tienen esos del tontódromo que no se enteran nada más que de la algarabía del ruedo) pero que no lo cuajó por no llevarlo metido, entregado y dominado. Fue avisado. 

Ahora bien su actuación se resume con la frase que alguien desde el tendido le espetó nada más comenzar esta faena: "HAY QUE PONERSE ÁLVARO". Creo que esa frase resumió esta actuación y en definitiva la de todos los toreros. Porque estar estuvieron pero ponerse de verdad no se pusieron. La casta pica y por eso las figuras le harán la cruz a esta ganadería como en su día pasó con la de Cebada Gago.

El mejicano Arturo Zaldívar volvía a Las Ventas después de haberse operado de la nariz y volvía a decirle a la afición que sigue teniendo el mismo valor pero que si un toro le deja puede armar un lío. Y no fue esta la tarde. Con el primer toro, bien presentado, serio, bravo, embistiendo por los dos pitones, yo diría que junto con el quinto uno de los mejores toros de la feria isidril y que además fue ovacionado al arrastre, estuvo el mejicano haciendo actos valientes imprudentes por los que fue cogido varias veces, y en realidad mostrando que no sabía torear aquel torrente de casta.

El cuarto toro fue un toro fiero que embestía por encima de las expectativas del torero y que también fue ovacionado al arrastre, pero Saldívar no le bajó la mano, no le pudo y no supo dominar a la fiera siendo desbordado, pero dio algunos naturales por los que he hecho ese comentario de que si un toro lo deja armará un lio, pero claro no estos toros encastados, sino los borregos febriles a los que nos han acostumbrado los mercantiles del toreo.

Gloria pues a la casta de los toros de Santiago Domecq y lo siento porque no les va a vender ni uno a las figuras.

Quiero romper una lanza en favor de Domingo Delgado de la Cámara, que por otra parte sé que no lo necesita pero quiero agradecérselo. Domingo es comentarista invitado en estas primeras ferias que hace muntotoro tv, y quiero agradecérselo, no solo por sus demostraciones de conocimiento de historiografía taurina, sino por su gran afición consolidada a través de sus libros publicados y manifestada como comentarista, donde con educación pone los puntos sobre las íes y pone al descubierto las interesadas manifestaciones profesionales de Manuel Caballero que siempre fue un torero poco ambicioso y que ahora solo quiere quedar bien, y de David Casas que como siempre abrumado y sin criterio propio, se arrima siempre al ascua que más le calienta a él.

Domingo, no sé yo si por tus embestidas encastadas te van a querer las figuras.

¡Aquí paz y allí gloria!                                                                                                                                                                                                                                      

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