21 febrero 2023

PROTAGONISTAS DEL TOREO. César Rincón 2

 


 El País Digital. Lunes 16 junio 1997 - Nº 409

CULTURA. BARCELONA.

Rincón, un pedazo de torero

Núñez / Rincón, Ponce, Pedrito 

Seis toros: 1º y 5º de Joaquín Núñez del Cuvillo (deslucidos), 2º y 3º de Juan Pedro Domecq (excelentes) y 4º y 6º de los Herederos de Atanasio Fernández (mansurrones y violentos). César Rincón, silencio y oreja. Enrique Ponce, oreja y ovación. Pedrito de Portugal, vuelta al ruedo y aviso con aplausos. Plaza Monumental, 15 de junio. 

PAU NADAL , Barcelona 

César Rincón estuvo ayer hecho lo que se dice un pedazo de torero. Pasemos de puntillas por su primero, un toro mansurrón y con buen tranco, pero inválido y que aparentaba una descoordinación de sus funciones locomotoras. En el cuarto se tenía que ser muy torero para jugarse la vida con torería e inteligencia ante una res difícil, mansurrona y violenta, que medía al torero y se arrancaba impensadamente, y no precisamente con buenas intenciones. Pero ahí estuvo el Rincón de sus mejores y más heroicos días.

Citó de lejos, se quedó quieto, aguantó, mandó y ligó. En resumen, el toreo. Casi toda la faena tuvo que ser por el pitón derecho, pero el colombiano se puso también por el izquierdo, y hasta consiguió algún muletazo. De verdad, heroico y no habitual. Una estocada. ¿Una oreja solamente? Da lo mismo, la faena ahí queda. Tuvo que dar dos vueltas al ruedo.

Enrique Ponce estuvo pulcro, elegante y estético con su primero, y redondeó una bonita faena. No obstante, hay que decir que el toro de Juan Pedro Domecq era realmente extraordinario, aunque se apagase un poco al final de la faena. El toro galopó con alegría y se empleó mucho y bravamente en los engaños. Por ello extrañó que una figura como Ponce, que ve en seguida los toros y sabe lo que hay que hacerles con meridiana inteligencia, no se rompiese más con ese espléndido ejemplar, de nombre Lucido, que fue justamente ovacionado en el arrastre. En el quinto, después de lo de Rincón, lo tenía difícil. El ejemplar de Núñez del Cuvillo se empleó largo rato en una fuerte vara y luego se quedó muy corto y apagado en la muleta. Pero lo intentó; estuvo aseado y probó todo lo posible. Sin embargo, lo posible era poco: muestras aisladas de su buen gusto y brevedad con la espada.

Pedrito de Portugal, que sólo había toreado en Barcelona una novillada hace cuatro años, tuvo una presentación discreta como matador. Su primero, aunque se doliese en banderillas, también fue una máquina de embestir, pero había que someterlo y bajarle la mano, cosa que no hizo Pedrito, que se limitó a intentar un torero preciosista, que sólo pudo conseguir en algunos momentos. Sin embargo, su lancear y su inicio de faena, pasándose el toro por la espalda, en los medios, fueron muy vistosos. Al sexto, realmente deslucido, le hizo un buen quite por chicuelinas, y los inicios del muleteo, por bajo, tuvieron enjundia. Después, poca cosa. 


 6 TOROS 6 / Nº 176


CESAR RINCON. EN BUSCA DE SI MISMO 


Una figura en crisis, que se busca a sí mismo, que anda en el empeño de reencontrarse con su mejor versión, con el César Rincón que arrolló a primeros de la década. Han pasado desde entonces muchas cosas en la vida del colombiano. Pero sobre todo ha pasado el tiempo y han pasado otros toreros que le han relegado de su puesto de primera figura. 

También César ha pasado mucho: enfermedades, lesiones, la ruptura con Luis Alvarez y hasta problemas económicos. Las circunstancias en las que el colombiano afrontaba la temporada del 97 no eran, desde luego, las mismas que cuando rompió el toreo en el 91. Ni su situación personal, ni su situación taurina. Al maleficio de su temporada pasada, cuando todo se le volvieron pulgas, reaccionó César con un cambio de apoderamiento poco esperado. Y dejó a su "inseparable" Luis Alvarez para entrar en la supuesta comodidad de la casa Lozano. Pero en el toreo no hay sitio para el relax, ni más privilegios que los que los toreros se ganan día a día en el ruedo, ante el toro. 

El colombiano no ha faltado, lógicamente, a las grandes citas de la temporada, pero los resultados no han sido especialmente brillantes. Incluso Madrid, "su" plaza de Madrid, le trató bronca y ásperamente el día de su mala tarde del 2 de mayo, en el mano a mano con Ponce. Fue una cruel comparación y un cruel trato del que puede ser que derivaran todos los males de la temporada del torero de Bogotá, al que aquella tarde afectó sobre manera. 

Pero no por eso se pudo dar a César por vencido. Una figura del toreo tiene siempre, al menos, el recurso del oficio y de su pundonor para salvar los muebles en el sitio menos esperado. Y así, a los pocos días del fiasco madrileño, reaccionó en Floirac y en Nîmes, donde les cortó tres orejas a los "samueles". Y en Granada con la de Juan Pedro. Y hasta en el mismo San Isidro, donde no se reconoció como merecía su esfuerzo con un violento toro de Valdefresno. Pero con todo, aunque a su temporada no le faltaran contratos, sí que se le echaron en falta triunfos llamativos que dieran cuenta de la esperada noticia de que volvía por sus fueros. Y sólo en Francia tuvo el amparo suficiente para seguir sintiéndose figura. Al final, incluso, una cornada testicular en Talavera de la Reina le puso un tinte de sangre a una temporada dura por la lucha interior que mantuvo un torero en busca de sí mismo. El invierno y Colombia pueden ser su mejor brújula. 

Una tarde de matadores. Un Rincón es un Rincón 

 El País

Había que ver para creer. Era un Rincón legítimo. De esos que se cotizan alto en las bolsas de arte de Madrid y Bayona. Era un Rincón para colgar en la galería de lo que no se borra. En el extremo derecho inferior del cuadro se podía leer: 'César, enero del 98'. Por supuesto que era legítimo. 

Un Rincón puro se conoce por varias cosas. Primero, cita con la muleta adelante. No importa que, como en este lunes del Señor de Los Vientos, el aire haga del trapo una vela de navegar. O que, en principio, el toro parezca que sí o parezca que no, como el cuarto de ayer. 

El Rincón de los que hay en Las Ventas de Madrid o en la Monumental de Barcelona, o en Cañaveralejo, le puede a todo. De pronto carga al lado del crucifijo del corbatín la máxima aquella del Libertador: "y si la naturaleza se interpone...". La recuerdan. 

Y después de parar al viento, a parar y mandar al toro. Con muletazos de esencia, como los que pegó en esa serie con la derecha, la segunda. La marca de las zapatillas quedó ahí y habrá que traer un bulldózer para removerlas, son huellas eternas. 

Otras de las señales para distinguir un Rincón sin reparos, es que el tipo de la pintura está feliz. Mira hacia el tendido y le pregunta con los ojos si quiere más. La gente, que suele caer y recaer en la gula, le pidió otro trazo y el hombre les devuelve un tríptico.

Con naturales, uno de ellos espléndido, como el sol de los toros que tanta falta nos hará hasta el otro año. Y con circulares hechos al compás de su poder.

Un Rincón es un Rincón. También para matar. Y para cobrar las dos orejas que dizque le dio por pensar a la Presidencia. Ah, y un Rincón tiene a los pies tantos sombreros que uno no puede imaginar de dónde salen tantas cabezas. 

Santo Tomás, en estos tiempos hay que ver para creer. Y hay que ver con los ojos bien abiertos a José Tomás y entender los secretos de jugarse entero y no salir medio. 

Desde la chicuelina a su primero, un lance que parecía dos tallas menores por lo apretado que le resultó, hasta el volapié para intentar matar al último de la corrida; José Tomás se dedicó a dos cosas: a tallar piedras finas y a estar lo más cerca de la obra.

Quienes le auguran futuro, mienten. Lo que José Tomás tiene es presente de indicativo. Es una figura. Imberbe, paliducho, con la mirada joven de quien sale a ganarse la vida por primera vez. Pero es una figura. 

Dio cuatro pases en el tercero, su primero, para chuparse los dedos y pedir una tanda más. Y a veces vale la pena no mirar ni su muleta, ni mirarlo a él, ni mirar al toro. Mejor es fijarse en el norte de sus zapatillas mientras el toro anda casi 180 grados al frente. No se mueve un grano de arena. 

También venció al tornado que se vino sobre la plaza en el sexto. Mientras la libreta de apuntes se volvía una mariposa de papel de las que disfrutan los niños, José Tomás hacía magia para mantener planchada la muleta en medio de la ventisca. ¿Un truco de Copperfield?

Las orejas de los toros de Joselito no merecían irse en su envase original. Le sacó los pocos muletazos que tenía el segundo y lo hizo con la fuerza de su convicción torera. Un espadazo, de los excelentes que supo dar en esta Feria, puso el punto y aparte.

En el quinto, animal que saltó al callejón, el maestro de Madrid recibió los sabios consejos de Job para aguantar con tanta paciencia al tardo. Hubo faena y la esencia cayó a cuentagotas. La ovación fue la mejor despedida. No hubo vuelta al ruedo porque no gusta de darlas sin las orejas en la mano. Mejor, no sabe darlas así. 

¿Y los toros? Los murube de El Capea no tuvieron una buena tarde. Algunos flojearon, como el primero y segundo. Otros se fueron arriba, tercero y especialmente el cuarto. El quinto se apagó después de jugar al salto con obstáculos en las tablas y el sexto pidió que, por clemencia, le dejaran el trapo en la cara para saber por dónde debía ir. 

Fue una tarde de toreros. Con mayores o menores premios. El público se supo llevar los suyos: un Rincón legítimo, un Tomás que torea tan cerca como los santos que exigían ver para creer, y un Joselito a gusto consigo mismo, la esencia espiritual del artista. 

Copyright © EL PAIS. Cali. Colombia. 1996. 


Sábado 21 de noviembre de 1998 14:14 p.m.

César Rincón se probará en Sogamoso el 22 de Noviembre/98.

El torero colombiano César Rincón, indicó que reaparecerá antes de lo previsto, para torear  en un festival benéfico que se  realizarará en la ciudad colombiana de Sogamoso (Boyacá). 

En el festival actuarán Enrique Calvo 'El Cali', Jorge Herrera (quien ha reaparecido en los ruedos), César Rincón, César Camacho, Pepe Manrique y el novillero Paquito Perlaza, con ejemplares de la ganadería "Las Ventas del Espiritu Santo" . 

Este festival había sido suspendido el día 25 de octubre de 1.998, por no encontrarse el torero en plenas facultades . Manifestó que los médicos que le tratan después de su fractura en una pierna en la ciudad de Bilbao, indicaron que es aconsejable probarse y así lo hará, tomando la decisión si se presentará en la plaza de Quito.

El Torero espera reaparecer en plenas facultades en la feria taurina de Quito (Ecuador) actuando el día 30 de Noviembre de 1.998, alternando con Miguel Abellán y el ecuatoriano José Luis Cobo, con toros de la ganadería de Carlos Manuel Cobos. 

Germán Espinosa Jiménez  Mundo Taurino






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