La evolución del toreo a caballo desde los tiempos de Ginés a los tiempos actuales, siginifica todo un océano. Desde la heterodoxia de este rejoneador a la pureza de Galán, o el temple de Ventura, va todo un nuevo tratado de tauromaquia a caballo.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
La temporada taurina española está en ebullición y en ella destaca la presencia en las grandes ferias de la indiscutible figura de Diego Ventura. Diego es la figura actual del rejoneo, puesto que por méritos propios le ha arrancado a Pablo Hermoso de Mendoza, que en los últimos tiempos elude compromisos de primeras ferias, para entretenerse en los ruedos mejicanos, donde además de cosechar triunfos en provincias, con aciertos por supuesto en la capital, también cuida de sus negocios equinos que allí le van de viento en popa.
Nos ha brindado el luso hispano otra gran tarde de toros en La Maestranza, no porque cortara dos orejas, en el segundo toro, y por pinchar perdiera las del quinto, sino por el oficio y la doma. Es un gustazo ver al jinete dominando todas las situaciones y todos los toros, y los terrenos por supuesto. Cómo templa con Nazarí preparando los embroques. Cómo a dos pistas cose los pitones a los estribos muy en corto. Cómo al galope corto, casi sostenido, se enfrontila con el cornúpeta y bate con perfección milimétrica. Sin embargo no me gustó con Ritz, un tres sangres, poco estético, que aunque se los deja llegar, no los vacía bien. Este segundo fue un toro manejable aunque de menor viaje que el buen primero. Vista la dimensión en este toro, Ventura rompió el molde con el parado, ya de salida, quinto. Y aquí vimos a Sueño, un espectacular caballo que encela al toro con la grupa, que templa los arreones del Bohórquez, y que prepara los embroques muy lejos, y luego aguanta batiendo muy justo. Y ese corazón que tiene el equino con su grupa en toriles y el toro enfrontilado, y esperando la orden del jinete, soportando esas medias arrancadas, hasta que ya en la proximidad de lo imposible bate con tanta suavidad que todo el conjunto de caballo y caballero se convierte en muleta de seda y gracia. Todos levantados de los asientos aplaudimos la apostura del toreo de verdad.
Una oreja cortó Sergio Galán en el cuarto, con otro toro muy parado, con Apolo firmó lo mejor. Piafes en las cercanías. Pegados los pitones a los estribos. Y haciendo las cosas bien, y con ortodoxia. Sin concesiones. Con el mejor toro del encierro anduvo muy serio y puro el conquense, exhibiéndose en piruetas con Titán, pero falló con el rejón de muerte pinchado antes de uno muy trasero.
La novedad era Lea Vicens a quien ya se conocía en esta plaza. Y la tarde no le fue muy bien. Ciertamente su lote fue el más parado del encierro, que necesitó mas empeño y oficio que Lea tiene, pero que supo solventar, aunque con carencias. No estuvo acertada con los rejones de muerte y en alguna ocasión con las banderillas, la traicionaron los nervios una vez mas en su primer toro, donde no la vimos centrada con Bético, batiendo antes de tiempo, necesitando meterse por los adentros y clavar al violín para levantar al publico, consiguiéndolo. Caballo que por cierto, y esto en La Maestranza está feo, salió sin la baticola de la montura mixta. Solo un par de palos puso con corrección. Con Bazuka se salió de la suerte, aunque supo aguantar para que no se notara. Pero sin duda el mejor caballo que le vimos esta tarde fue Gacela. El mejor domado. El mas puesto, y el que le puso ayudar a levantar su tarde en el sexto. Un caballo que le dio a Lea confianza y seguridad, sin embargo con este y con Desafío fallo un par de entradas que debido a su bisoñez se disculpan pero que su orgullo de profesional no debe disculpar. En ambos toros echó pie a tierra, en el primero no hizo falta pero en el segundo necesitó de cuatro golpes de verduguillo.
Los toros de Fermín Bohórquez, parados, nobles, rajados, para profesionales con tablas. El primero bueno.
¡Aquí paz y allí gloria!
Ficha:
Sergio Galán, pinchazo y rejón muy trasero, silencio. Rejón efectivo, oreja.
Diego Ventura, rejón, dos orejas. Dos pinchazos y uno contrario, vuelta al ruedo.
Lea Vicens, dos pinchazos, medio rejón muy trasero, silencio. Dos pinchazos, por no preparar bien la muerte, medio rejón, pie a tierra y cuatro descabellos, ovación.
2 comentarios:
Ginés Cartagena sobre Whisky caballo PRE que le servía para los tres tercios. Hacía locuras con él. Murió de un cólico cuando estaba en su mejor momento.
Saludos
Después de ver el título, me he dedicado a buscar las plazas Mexicas donde actúa Pablo Hermosa. Va a plazas importantes como la México, Tijuana, Aguascalientes etc. Pero la mayoría son auténticas plazas de talanqueras, barreras hechas de palos y con poco aforo. Vamos, que lo único que le falta es que en esas plazas esté Cutiño de empresario.....
Desde luego que el vender sus caballos debe ser muy rentable. Saca un buen caballo, lo luce por ahí y lo vende. Son decenas de caballos que han pasado por sus cuadras una temporada y después desaparecen...
Saludos
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