06 septiembre 2015

DIARIO DE LA RESISTENCIA: El Niño de la Ines.


Tiene la tarde malagueña color de otoño, cuando el sol aparcado en las fachadas de los edificios comienza a tener un amelocotonado matiz. Se camina despacio pues en la vespertina hora el reloj ya no va tan deprisa, y la anochecida asoma junto a una brisa salitrosa y espuria. 
Cuando los resistentes atacan el jamón, queso, calamares, huevas y variedades alimenticias que alegran las pajarillas humanas, aún la noche no se hace término. Pero el primer comentario de la feria nada tiene que ver con el trapío que se nos muestra en este refectorio. Al contrario, el que se mostró en La Malagueta, para vergüenza del bravo genero, brilló por su ausencia, siendo unánime comentario, no solo en los oficiales convocados, sino en la tropa, que indignada, se mostró como estafada, y no solo por la mala presentación de las reses, sino porque a sabiendas de las sospechas de mercadeo que se produce con las entradas regaladas a la Diputación por contrato con la empresa, esto, en esencia, repercute en los que si pagan en taquilla. 
El coronel de Pinosol cuenta a los oficiales que decía el Niño de la Inés, un veterano aficionado de los años cincuenta, que el trapío del toro se veía por delante y por detrás. Los pechos por delante y las culatas por detrás. Nunca un toro “culo – pollo” debe ser apto para la lidia. Le faltaría empuje, riñones.
Pero según parece no solo se sienten estafados los aficionados que han presenciado la feria, sino que como grandes perjudicados se tienen los comercios de dentro de la plaza de toros. Se quejan de no haber vendido ni un chavo, y de no haber sido bien tratados por Cutiño, el empresario de la plaza, que los ha manipulado y engañado, pues no se han cumplido los acuerdos prometidos, ya que estos eran verbales.
Los resistentes entienden que esta es la época más triste de La Malagueta, en la que su destino está en manos negras que no entienden la historia de esta plaza de toros. Se acuerdan de Manolo Martín Gálvez y de Martín Lorca. Y creen que la Diputación es connivente con lo que sucede pues no pone medidas para evitar todo el desconsuelo que sufren los sectores taurinos y no taurinos en el tiempo que lleva este empresario en Málaga. Por supuesto que se recuerda a Chopera pues por ser la Diputación mas papista que el Papa, y no dar su brazo a torcer, no quiso rebajar el canon a este empresario cuando lo solicitó, dando lugar a un pliego que no atendió nadie, y cayendo en las manos en las que ahora está.
A tenor de lo acontecido en la feria, el comunicado de La Asociación de Presidentes ha tenido impacto, y ha levantado ampollas, pues ya se sabe que esta empresa no encaja las críticas.
En lo referente a la evolución de los festejos feriales y siendo conscientes los oficiales de La Resistencia de que en el pliego se pide una corrida torista y esta no se ha visto aún, ni se la espera; pues ya se sabe que Algora, representante de la ganadería de Partido de Resina ha dicho que ya no viene a Málaga, cuando desde el mes de marzo se anunciaba; se da cuenta por el oficial del Tercio Segundo, y apostillando el resto, que la novillada fue una corrida de toros por trapío y con cara, además de remate. Los de Fernando Peña, resultaron duros y complicados.
La Resistencia rechaza el formato de tanto novillero junto y propone, coincidiendo con el parecer de La Unión Taurina de Abonados de Málaga que se den dos novilladas, una de consolidados chavales y otra  para promocionar. 
El novillo de Lavado fue el más claro pero entienden los reunidos que este no tiene futuro en este negocio. 
El de Galdós tuvo nobleza pero poco fondo y poca clase. Que Orozco anduvo con mucha entrega. Se recordó el pundonor de estos dos que fueron cogidos. Y que a Ginés se le vio a menos. Y alguien apuntó que el tal Varea no es torero para tanto bombo como le dan.
La de Martin Lorca estuvo bien de presentación pero resultaron marmolillos. El cuarto fue el mejor, estando Vega bien,  pero no terminando de rematar. Los otros toreros no estuvieron.
La corrida de Torrestrella, bien presentada, excepto el quinto que bajó. Adame puso oficio.  Escribano correcto y  Garrido ni fu ni fa, en plan  de figurita.
Para esta corrida, con descaro, se regalaron un montón de entradas, pues se televisó, y los resistentes denuncian la mala  imagen que se ofreció de La Malagueta, con un público tan verbenero. 
La corrida en la que Talavante actuó en solitario mal presentada, excepto el jabonero. Los toros de Adolfo Martín y de Bañuelos que visitaron los corrales de la plaza, no dieron el peso. La tarde iba mal hasta que Alejandro la levantó con el de Garcigrande. Para el coronel de las Tropas del Este, Talavante no estuvo en ningún momento.
Los de Victoriano del Rio tuvieron cara, pero escurridos. El Juli sin pena ni gloria. Perera toreando en línea y al sexto lo mató mal y le dieron dos orejas. Una vergüenza para la historia de esta plaza. Perera no estuvo en torero. Echó más orgullo que torería, que para los que no sepan lo que es esa palabreja, así la define la Real Academia: Maestría, garbo y valor propios del torero. Es decir esencia de un torero.
Ventura anduvo bien en el primero, resultando su segundo mas parado. Los toros de los Hermanos Sampedro.
La de Cuvillo fue una corrida gorda y desigual. Morante en el primero solo firmó algo por bajo. Total nada. En el cuarto fue faena incompleta de remates y detalles. No era de oreja. Y  no fue de premio de capote de paseo. 
Se pone en entredicho por los resistentes el raciocinio del jurado de este premio político.
 El oficial del Tercio Segundo, quiere remarcar un quite por delantales de Vega a un toro de Morante, que este no contestó, y dejó a la afición con la boca abierta. Salvador Vega que sustituía a Fortes, estuvo correcto y aunque cortó una oreja,  puede dar más de si. Manzanares no esta para vestirse de luces. 
Por cierto, se comenta que, el premio a la mejor estocada de la Unión Taurina de Abonados ha sido para Salvador Vega al toro de Núñez del Cuvillo.

Los de Fuente Ymbro fueron un saldo.  Mal presentados, desiguales. López Simón tragó. Castella decepcionante, y Fandi en su línea.
Y cerrando la feria Pablo Hermoso estuvo bien en su segundo, resaltando al caballo Disparate, que en su cuadra es  importantísimo.  El sin zahones, Leonardo Hernández, vino a complacer.
Como final, los resistentes entienden que la labor de los presidentes, Ana María Romero, e Ildefonso del Olmo fue pésima en los corrales tragando las imposiciones de los taurinos, figuritas sobre todo, aunque estuvieron correctos en la dirección de los festejos.  
Málaga, como plaza de primera tiene un papel difícil. Ayuna de afición y con exceso de público pueblerino, necesitaría de cambios y evolucionar a menos clientelismo y más entendimiento. Se aplauden cosas inexplicables, que solo tienen excusa en una mala pedagogía de ciertos medios de comunicación de amplia audiencia. No se aplaude lo que verdaderamente está bien, no se pita y se protesta nada, como si ese ejercicio democrático taurino fuera de mal gusto.  
Los resistentes se pliegan.
Doy fe. Firmo y Rubrico. Yo notario.
Agustín Hervás.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues solo queda una solucion, bajar a 2ªcategoria la plaza de donde nunca debio salir y volver a la feria de la sardina, porque esto no lo arregla ni El Cid Campeador.