HISTORIAS DE COMEUÑAS: “GARGANTILLO” Y “PAPELERO” , DOS CUADRIS QUE SEMBRARON DE
CASTA EL RUEDO DE LAS VENTAS DE MADRID UN VERANO DE 1976.
(Javier Salamanca)
Verano del 76, por aquellos
tiempos Don Celestino vendía camadas casi enteras a algunas empresas, en este
caso hablamos de la de Madrid, los conocidos “Jardones”, que tenían mas plazas
a su cargo, lo que a veces daba lugar a situaciones como la ocurrida en el mes
de Agosto de 1976, en plena canícula, se anuncia una corrida de Tomas P. de La
Cal pero no pasa entera y se ve remendada por dos “Cuadris”,sus nombres “GARGANTILLO” nº 25,
negro zaino y de 528 kilos de peso lidiado en 5º lugar por el murciano Alfonso
Romero y de la familia de los “adornos” y “PAPELERO” nº18 negro zaino y de 543
kilos de peso lidiado en 6º lugar por José Ibañez al que le dieron los tres
avisos, de la familia de la”oficina” y el primer sobrero también era de la divisa Onubense, de nombre “PESTILLERO”
nº 22 negro zaino,de 556 kilos de peso y de la familia de la “Carpintería”.
Los protagonistas de la tarde no
fueron los “veragueños” de Don Tomás sino dos Cuadris que sacaron casta y
pusieron a los coletas en apuros en varias ocasiones.
Alfonso Romero Rocamora, murciano
que aquella tarde se presentaba y confirmaba alternativa, torero no sobrado de
valor, pinturero,Gargantillo puso ya en apuros a su cuadrilla en banderillas,
ya entonces los Cuadris no eran fáciles de banderillear, el toro llego entero y
con poder a la muleta tras cumplir en el caballo, voluntad puso el torero, pero
el toro se hizo el amo y señor del ruedo,al final el de Comeuñas fue
pasaportado con la espada en los bajos y el torero silenciado.
Lo bueno llegó en el 6º, de una
familia de las mas cortas del hierro Triguereño, que también dió problemas a
los peones en banderillas, llegó a tope en la muleta, el matador Jose Ibañez no
estuvo mal del todo, pero aquel torrente de embestidas encastadas pudieron mas
y sonaron los tres avisos tras un calvario de espadazos y descabellos y la
resistencia del toro a morir.”Papelero” no volvió a los corrales, allí en el
ruedo fue apuntillado.
Ya sabemos lo que suele pasar
cuando salen ejemplares con casta y codicia al ruedo, hay que estar muy puesto
y tener las cosas muy claras,destacar la actuación del subalterno J Antonio
Capilla que saco de apuros a varios de sus compañeros,así como el otro matador
El Caracol, en aquellas tardes agosteñas como en otras épocas no muy lejanas
solían darse festejos con ganaderías vamos a a decir no del circuito oficial de
ferias, festejos que últimamente y sobre todo en la época Taurodelta han
desparecido de los veranos venteños, por eso no viene mal recordar tardes como
la de aquel 22 de agosto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario