UNA COLLERA PARA LOS PUEBLOS

El niño que ganó un jamón que recibe de manos del párroco, Gonzalo Martín

COÍN, MÁLAGA. REJONES A BENEFICIO.

Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Contento estaba Don Gonzalo Martín, párroco de San Juan en la próspera ciudad de Coín, cuyo techo va a ser posible reparar, gracias al lleno que ha registrado hoy la plaza porttil en la que se ofrecía un benéfico encuentro de rejoneadores que se las vieron con un encierro de Jódar y Ruchena.
Las reses a modo resultaron manejables pues no molestaron en absoluto a los intervinientes, nobles y algunos faltos de fuerza como el tercero. El mejor, al que se premió con la vuelta al ruedo, el sexto.

Moura Caetano

Moura Caetano, anduvo aseado con el primero y cortó una oreja. Se le pidió con fuerza la segunda pero el presidente, el señor alcalde don Fernando Fernandez Tapia-Ruano, no la concedió. Estuvo muy en su sitio, ponderador y observante del reglamento, si bien es verdad que hizo concesiones en algunas intervenciones. Por ejemplo en las colleras no siempre iba alguno de los intervinientes desarmado. Pero en  general muy correcto en el palco.

Noelia Mota

Noelia Mota, entre algunos fallos, montando caballos con gamarra, por ejemplo Góngora, a Mayoral sin baticola, y aciertos, también cortó la oreja del segundo, tras una discreta actuación. No fue de las mas relevantes que le hayamos visto a esta amazona.
Luis Valdenebro hijo pechó con el inválido tercero y quedose inédito si tenemos en cuenta que las colleras no cuentan para individualidad, siendo más una función circense y ventajosa para el humano ecuestre. Recibió una calurosa ovación del respetable.
Óscar Mota, hermano de Noelia también sacó caballos con gamarra, uno árabe tordo moteado, Caramelo también la llevaba, pero puso el mejor rejón de castigo de la tarde, luego tuvo una actuación lucida que echó a perder con los aceros de muerte. Dio una vuelta al ruedo.

Collera de Moura Caetano y Valdenebro

Las colleras de Moura Caetano y Valdenebro sin historia, hubo bastantes fallos con los aceros de muerte por parte del portugués que se empeñó en matar y descabellar. Ovación al finalizar.
Pero la collera que sí a funcionar por todos los pueblos de España es la de los hermanos Mota, mu compenetrados, supieron vender como nadie el producto y calaron en el publico pronto. Pusieron demasiados hierros en el lomo del sexto y mejor toro del encierro, pero cortaron las dos orejas saliendo a hombros de la plaza.
Todo queda en casa. Objetivo cumplido, y tarde alegre para todos. Esto es en verdad una fiesta.
¡Aquí paz y allí gloria!