¿VICTORINO QUÉ?!

El sexto toro de Victorino, nº 21 de 555 kilos, Heredero de nombre, cárdeno oscuro. Foto web de La Maestranza

Feria de Sevilla. 28 de abril. Seis toros de Victorino Martín, primero descastado pitado al arrastre. Segundo se deja con dificultades, algunos pitos. Tercero con nobleza. Cuarto, parado, descastado. Quinto chochón sin casta pitado al arrastre. Sexto bueno. Para Padilla, palmas y ovación que saluda. El Cid, saluda la ovación. Palmitas. Y Salvador Cortés, silencio y vuelta.

Es comprensible que Victorino no lidie en Madrid. Comprensible pero no aceptable. Visto lo visto en Sevilla, no le hace falta, con este torito, escaso de presentación, y descastado, y las otras plazas que se lo compran todo, no necesita pasar el berrinche de Madrid. Cría fama y échate a dormir. Para otro ganadero lo de hoy en Sevilla seria una moruchada, para Victorino se dice que es un tío listo. ¡Demasiado listo! Es tan listo que de chorra o no, el sexto toro le salvo la honra. Mediocre en la presentación, en el juego fue muy bueno con mucha templanza y un ritmo cadencioso en la embestido comparable a lo que nos tienen acostumbrados los ganaderos mejicanos. Cualquier sufridor aficionado nos puede parar por la calle, a los que defendimos a Victorino como paradigma de la bravura y preguntarnos: ¿Victorino qué?, pero no preguntar por saber, sino preguntar con la mala leche que tiene un signo de admiración detrás de la interrogación, amenazante. Y si señor, Victorino nada y esa es la verdad de la corrida, lo demás hasta pudiera haber sido un espejismo.

El Cid anduvo con precauciones en el primero de su lote, sin estar mal, tampoco estuvo bien. Y en el quinto, inservible, se puso pesado. Usó la espada como nunca.


Salvador Cortes que se ve ha ido a las permanencias, firme con el tercero y bien con el sexto, en una faena con calidad. Esta vez si me ha gustado el sevillano que esperemos no se llene de orgullo y sepa aceptar lo que hay. De no haber pinchado le hubiera caído la primera oreja de la feria.

Juan José Padilla ha estado toda la tarde en torero y eso quiere decir, que salvo algunos pares de banderillas, puede ser un torero apetecible en su madurez.
¡Aquí paz y allí gloria!