Decía un vecino de localidad que no era de Sevilla, que los sevillanos se habían pasado con los jaleos para Oliva Soto. Que fue lo mas sensible de la tarde, estamos de acuerdo, pero de ahí a que pareciera que aquello era el "san sacabose", va un imperio, justamente el que nadie supo conquistar esta tarde, quizás porque ninguno de los tres toreritos le pidió permiso a El Juli, que ayer puso escuela.
En la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla se daba la primera corrida de esta tardía Feria de Abril a la que acudieron los abonados y algunos gorrones. Los seis toros del Conde de la Maza, que nada tiene que ver con la maza que dice el señor Puche, para la guasa de mis queridos malagueños del Malaka, que estuvieron de presentación muy disparejos, algunos parecían serios, pero de hambre y otros mas hijos de la vaca que del toro. Y todos me parecieron indignos para Sevilla porque no parecían bravos sino de carne de matadero. No se comían a nadie, pero a nadie molestaban que es lo que tienen que hacer los toros bravos, molestar. Hubo uno que me pareció con dificultad.
Luis Vilches oyó silencio en su lote. Lo vi muy a medio gas y no dijo nada. Iván Fandiño, también oyó dos silencios, pero este muchacho dio todo lo que podía con lo que le tocó, por ejemplo ese difícil. Y Oliva Soto, ovación de la exageración y silencio. Con la espada anda muy mal el gachó, pero de cuento anda bien, y como dice mi amigo Agustín, aquí paz y después gloria.
El tío pelos
1 comentario:
viva oliva soto!!
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