Foto de archivo de Pastor
EL OSO Y EL MADROÑO
Fermín González comentarista onda cero radio- Salamanca.
EL OSO Y EL MADROÑO
Confieso, que me he metido en la “sesera” toda la feria isidril a través de la TV. Salvo las tardes rejoneadoras que daba descanso a mis meninges, el resto del maratón taurino me lo trague enterito. Y lo cierto es, que había tardes en que los estados de animo, uno perdía la noción y no podría decir cuanto tiempo llevaba sentado ante el televisor. Y tampoco fueron pocas las tardes, en las que la aparición de los cabestros de Florito, me anunciaban que estaba viendo un espectáculo taurino. Porque se dice bien que nadie de a pie, le haya podido cortar dos orejas a sus toros, o toro, para desilusión de aquellos otros espectadores, que acuden al colorido y ver salir en hombros a los toreros, estos tanbien acabaran por no ir, por fuera de la plaza.
Supongo que esto también les habrá ocurrido a ustedes, cuando nada de lo que se desarrolla en el anillo merece tener los ojos bien abiertos, ni concentrada la atención. Nos descubría la pantalla a espectadores que, habían caído en una especie de letargo, y como no, tardes donde los aficionados al toro se lamentaban del hecho, que las reses se habían ido al desolladero sin que sus buenas condiciones hubieran sido aprovechadas por los toreros. Cierto, que han sido toros sueltos, pero en numero suficiente para que este ciclo madrileño hubiese tenido otro tono, donde toreros afligidos, torpes y desganados pasaron de largo, el caso más doloroso es que toreros, a los que se les daba esa gran oportunidad que todos ansían y esperan, para catapultar sus carreras, con el fin de abrirse paso y colocarse en ferias, han sido en esta ocasión los que se han dejado pasar sus toros, su tarde, en definitiva su “Tren”. Hemos de recordar, que el “toro sale para todos” o ese día estas, o te lo dejas ir con las orejas puestas, luego comienza el desasosiego, la caída de esperanza, de animo, de si volveré o no a tener otra como la que me deje escapar. Eso deben estar pensando Cortes, Bolívar, Pinar, Corpas, Picazo o de Justo etcétera, también a algún “figuron”, se le vio el plumero, sin embargo se debe decir que otros, los menos, pero que el publico venteño ha tomado nota, se fajaron con gallardía y entusiasmo, a cara de perro, buscaron el reconocimiento que alguno encontró, - y me alegro por ello-. Pero lo cierto es que, si en Madrid donde debe salir el toro de pleno, (¿que veremos en las placitas de provincias?) recuerden lo que muchas tardes salio por toriles, el descaste, la invalidez, la flojedad, la fata de raza. Todo un curso de mansedumbre, del cual habrán tomado carta de naturaleza los ganaderos. Unan todo esto a un baile de corrales, de desencuentros empresariales, veterinarios y ganaderos y eso es lo que ha quedado. Muy poquita cosa
Para el recuerdo queda, ese ramillete de toros sueltos que no encontraron repuesta, los quites y pinceladas de la Beneficencia, la grave cornada, de Aparicio, que ha marcado un poco la feria, donde se ensañaron los morbosos de toda la prensa y la televisión, haciendo un flaco favor a la Fiesta; mas que información ha sido una antitesis de la misma. Tan mediocre ha sido todo, que no se, si incluso, José Tomas, hubiera podido levantar la categoría y relieve de la plaza, así como el desconsuelo, el descalabro y el desanimo que hoy tiene el aficionado venteño,- claro que de estos van quedando menos -. Aunque la plaza se ha venido llenado cada tarde, por ello bien podemos decir que el triunfador de este Isidro fue. La empresa. ¿Cómo debe ser… tú?
Supongo que esto también les habrá ocurrido a ustedes, cuando nada de lo que se desarrolla en el anillo merece tener los ojos bien abiertos, ni concentrada la atención. Nos descubría la pantalla a espectadores que, habían caído en una especie de letargo, y como no, tardes donde los aficionados al toro se lamentaban del hecho, que las reses se habían ido al desolladero sin que sus buenas condiciones hubieran sido aprovechadas por los toreros. Cierto, que han sido toros sueltos, pero en numero suficiente para que este ciclo madrileño hubiese tenido otro tono, donde toreros afligidos, torpes y desganados pasaron de largo, el caso más doloroso es que toreros, a los que se les daba esa gran oportunidad que todos ansían y esperan, para catapultar sus carreras, con el fin de abrirse paso y colocarse en ferias, han sido en esta ocasión los que se han dejado pasar sus toros, su tarde, en definitiva su “Tren”. Hemos de recordar, que el “toro sale para todos” o ese día estas, o te lo dejas ir con las orejas puestas, luego comienza el desasosiego, la caída de esperanza, de animo, de si volveré o no a tener otra como la que me deje escapar. Eso deben estar pensando Cortes, Bolívar, Pinar, Corpas, Picazo o de Justo etcétera, también a algún “figuron”, se le vio el plumero, sin embargo se debe decir que otros, los menos, pero que el publico venteño ha tomado nota, se fajaron con gallardía y entusiasmo, a cara de perro, buscaron el reconocimiento que alguno encontró, - y me alegro por ello-. Pero lo cierto es que, si en Madrid donde debe salir el toro de pleno, (¿que veremos en las placitas de provincias?) recuerden lo que muchas tardes salio por toriles, el descaste, la invalidez, la flojedad, la fata de raza. Todo un curso de mansedumbre, del cual habrán tomado carta de naturaleza los ganaderos. Unan todo esto a un baile de corrales, de desencuentros empresariales, veterinarios y ganaderos y eso es lo que ha quedado. Muy poquita cosa
Para el recuerdo queda, ese ramillete de toros sueltos que no encontraron repuesta, los quites y pinceladas de la Beneficencia, la grave cornada, de Aparicio, que ha marcado un poco la feria, donde se ensañaron los morbosos de toda la prensa y la televisión, haciendo un flaco favor a la Fiesta; mas que información ha sido una antitesis de la misma. Tan mediocre ha sido todo, que no se, si incluso, José Tomas, hubiera podido levantar la categoría y relieve de la plaza, así como el desconsuelo, el descalabro y el desanimo que hoy tiene el aficionado venteño,- claro que de estos van quedando menos -. Aunque la plaza se ha venido llenado cada tarde, por ello bien podemos decir que el triunfador de este Isidro fue. La empresa. ¿Cómo debe ser… tú?
Fermín González comentarista onda cero radio- Salamanca.
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