13 marzo 2009

SEMINARIO EN ALGECIRAS

Toro de la ganadería de Monteviejo

Sobre los Seminarios de Equipos Gubernativos y Veterinarios de Andalucía
Por Eugenio Moltó García, Veterinario de la Malagueta y socio de UVET-Andalucía.

Hace 19 años se reunieron por primera vez los Presidentes y Veterinarios de las plazas de toros de primera y segunda categoría de Andalucía, según tengo entendido inspirado por el entonces Presidente de La Malagueta, D. José Luis Fernández Torres, con la sana intención de estudiar la problemática en el ejercicio de sus funciones, homogeneizar posturas y tratar de aportar sus experiencias para la mejora de la fiesta en Andalucía. De aquella primera reunión se editó incluso un libro que fue elevado a la autoridad competente. Vamos, lo que ahora llaman un think tank.

Con el tiempo la cosa fue cuajando y finalmente, lo que empezó organizado de forma espontánea por los propios participantes fue adquiriendo un tinte más oficial u oficialista y ahora lo organiza con bastante más boato la Consejería de Gobernación en su Servicio de Juegos y Espectáculos. Actualmente se siguen elaborando unas conclusiones que se aprueban en el plenario y se elevan a la autoridad competente.

Hasta aquí el recordatorio histórico.

El Seminario ha tenido varios formatos conforme ha ido evolucionando. Recuero el de 2007 en Málaga, en el que se efectuaron varias mesas de trabajo, dos de Presidentes, dos de Delegados y dos de Veterinarios. En cada una de ellas se elaboraron conclusiones de los problemas actuales de cada sector, que fueron elevados en una reunión final a la que asistió el entonces responsable, José Antonio Soriano.

El Seminario que se ha celebrado este año en Algeciras ha tenido un formato con tres tipos de presentaciones: Conferencias magistrales, como las magníficas charlas de los Profesores Wolf y Guillaume, intercaladas con Ponencias de equipos sobre asuntos concretos, como por ejemplo el de los señalamientos, y Mesas redondas, seguidos de coloquios. Finalmente, las conclusiones se aprobaron en el plenario y serán elevadas a la autoridad competente y se harán públicas como en años anteriores.

Los temas se han abordado de manera conjunta, sin distinguir los diferentes puntos de vista que existen entre Presidentes (aficionados de reconocido prestigio nombrados por los Delegados del Gobierno Andaluz), Delegados de la Autoridad (generalmente funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía) y Veterinarios (asesores del Presidente propuestos por el Colegio de Veterinarios). Lógicamente hay muchos asuntos comunes, pero también problemas que tienen diferente matiz entre estos tres cuerpos.

A saber. Los Presidentes responden ante la Junta de Andalucía, que es la que deposita en ellos su confianza y a la que representan. Los Delegados dan fe de toda la documentación y dependen de su propia Autoridad, ya sea del Ministerio del Interior o de la Policía autonómica. Y los Veterinarios, a veces funcionarios (al menos uno en cada equipo ha de pertenecer a la Consejería de Agricultura) y a veces libres, asesoran al Presidente mediante informes por escrito.

Ante este grupo heterogéneo, es lógico que una vez al año, cuando nos reunimos, salgan a debate asuntos múltiples, desde los problemas de control del callejón, los problemas del todavía reciente señalamiento e incuso los problemas de permisos y organización funcionarial.

En este contexto, durante el debate posterior a la ponencia de señalamiento, que expuso con bastante claridad y acierto y bastante bien documentado mi compañero de Córdoba Vicente Pomares, surgió el desafortunado comentario de las dietas por parte de un Presidente de plaza de toros que la prensa ha dado a conocer como “un seminarista”, argumentando que él había venido a hablar de toros y que los Veterinarios tenían que ser aficionados.

Creo que este señor se confundió y que tiene dos conceptos equivocados. El primero, que se ha creído que iba a una tertulia taurina y no a una reunión de trabajo. El segundo es que desconoce totalmente nuestro trabajo. Los Veterinarios podemos ser aficionados o no, pero cuando actuamos en el espectáculo (señalamientos, reconocimientos previos, reconocimiento de caballos, palco, post-mortem, desolladero, documentación oficial) somos profesionales cuyo trabajo es asesorar al Presidente lo mejor posible, en función de nuestros conocimientos anatómicos, fisiológicos, patológicos y morfofuncionales de los animales, no en función de nuestros gustos y aficiones particulares.

1 comentario:

El Coronel dijo...

Sobre todo que actuen en el pos-mortem y que los hagan publicos para general conocimiento, que falta hace.
Salud