José Luis Fernández Torres recibe una placa conmemorativa de su participación en el Foro.
El vicepresidente del colegio señor Martínez, el ponente José Luis Fernández Torres, y los organizadores del Foro, señores Pastor y Duarte.
El vicepresidente del colegio señor Martínez, el ponente José Luis Fernández Torres, y los organizadores del Foro, señores Pastor y Duarte.
Publico asistente
José Luis Fernández dictando su conferencia.
Panorámica
DEL RITO DEL TORO NUPCIAL A UN PALCO SIN AUTORIDAD
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Se verificó con éxito de público y acierto del ponente, la ultima de las conferencias programadas en el Colegio de Médicos de Málaga, a cargo del que fue presidente de la Plaza de toros de La Malagueta, José Luis Fernández Torres, quien bajo el titulo de “Un Palco Sin Autoridad” hizo un recorrido desde los inicios de la Tauromaquia pasando por la necesidad de reglamentar los festejos con toros para justificar la presencia de la autoridad en el palco. En la parte final de la exposición Fernández Torres razonó sobre la configuración de las actuales presidencias de La Malagueta.
Desde la más remota antigüedad el hombre ha tenido presente al toro en su devenir, llegando incluso a adorarlo como deidad, y hasta a somatizar en rituales los atributos procedentes de la bestia, que daría lugar a juegos relatados y cifrados en Las Partidas del décimo rey Alfonso y reglamentándolos, por así decirlo, en la ciudad de Ávila en el año de nuestro señor de 1334. La fiesta se reglamenta por el desorden del publico que empieza a mandar en ella como consumidor y para fines fiscales y propiciar las actividades profesionales. Con posterioridad la autoridad evitaría la trampa de resultas de la mentira que como oposición a la verdad que define la suerte en el toreo, aparece por la innata picaresca española.
José Luis Fernández Torres considera que el toro es el eje de un acontecimiento dramático que no cruel, ya que la crueldad es afín a la violencia gratuita. Si se le quita el dramatismo al toro, también se le quita al lidiador la arrogancia del triunfo. Quizás por ello, por el triunfo de la mentira en la fiesta actual nos encontremos con toros que no embisten pero pasan dóciles y amaestrados por delante de toreros que se hartan de dar derechazos y naturales sin embraguetarse para dar la razón al gran Lagartijo que dividía a los toreros en dos grupos: los que saben lo que hacen, y los que hacen lo que saben.
Así se llega al Reglamento de 1996 dónde por vez primera se admite la presencia en el palco de ¿reconocidos? aficionados, y hace un par de años al Reglamento de Andalucía donde definitivamente se suben indocumentados, a dirigir festejos, prescindiendo de los policías a los que ni tan siquiera les han agradecido los servicios prestados durante tantos siglos. Y así el ex presidente de La Malagueta se pregunta: ¿y hemos mejorado en algo con esta decisión?, y se contesta. No, porque en realidad no han sido capaces de dar categoría a las plazas, pues es el presidente quien la da, y no, como se dice, el publico, que no es más que un potro desbocado en muchísimas ocasiones.
La solución para dignificar las presidencias radica en organismos capaces de formar presidentes y no entronizar el amiguismo como mayor oposición a ganar un puesto en el que la responsabilidad es demasiado importante. Una responsabilidad que en esas situaciones se minimiza provocando incumplimientos de la norma en mayor medida porque los superiores no apoyan las decisiones que deberían tomarse para que el espectáculo fuera el propio que merece el aficionado.
Considera José Luis Fernández Torres que se es esclavo de lo que se dice en alusión a lo expresado en múltiples ocasiones por el recién nombrado Ildefonso Dell´Olmo. Que no se puede entender como en veinte días puede pasar de abonado de la plaza a estar en el palco, sin reciclarse. Piensa José Luis, que han de quererlo poco los que lo han nombrado pues sin tener practica, lo echan a los leones. Aún así el mejor presidente de España se permite darle un consejo: Si las imposiciones violentan el concepto que tienes del toreo, vete. Y además le ofrece su ayuda para que no se estrelle.
Curiosamente, dice Fernández, Ana María Romero, en un año ha pasado a ser la más antigüa en el palco y por consiguiente pasado el año de gracia que se le concede a los novatos, este será objetivo de las críticas sin chance alguno.
Terminó el acto con un animado coloquio que tuvo su prolongación en un refrigerio posterior. No sin antes haber asistido al capitulo de agradecimientos de parte del vicepresidente del colegio, señor Martínez Morillas y de los organizadores del Foro, José Pastor y Juan Jesús Duarte.
DEL RITO DEL TORO NUPCIAL A UN PALCO SIN AUTORIDAD
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Se verificó con éxito de público y acierto del ponente, la ultima de las conferencias programadas en el Colegio de Médicos de Málaga, a cargo del que fue presidente de la Plaza de toros de La Malagueta, José Luis Fernández Torres, quien bajo el titulo de “Un Palco Sin Autoridad” hizo un recorrido desde los inicios de la Tauromaquia pasando por la necesidad de reglamentar los festejos con toros para justificar la presencia de la autoridad en el palco. En la parte final de la exposición Fernández Torres razonó sobre la configuración de las actuales presidencias de La Malagueta.
Desde la más remota antigüedad el hombre ha tenido presente al toro en su devenir, llegando incluso a adorarlo como deidad, y hasta a somatizar en rituales los atributos procedentes de la bestia, que daría lugar a juegos relatados y cifrados en Las Partidas del décimo rey Alfonso y reglamentándolos, por así decirlo, en la ciudad de Ávila en el año de nuestro señor de 1334. La fiesta se reglamenta por el desorden del publico que empieza a mandar en ella como consumidor y para fines fiscales y propiciar las actividades profesionales. Con posterioridad la autoridad evitaría la trampa de resultas de la mentira que como oposición a la verdad que define la suerte en el toreo, aparece por la innata picaresca española.
José Luis Fernández Torres considera que el toro es el eje de un acontecimiento dramático que no cruel, ya que la crueldad es afín a la violencia gratuita. Si se le quita el dramatismo al toro, también se le quita al lidiador la arrogancia del triunfo. Quizás por ello, por el triunfo de la mentira en la fiesta actual nos encontremos con toros que no embisten pero pasan dóciles y amaestrados por delante de toreros que se hartan de dar derechazos y naturales sin embraguetarse para dar la razón al gran Lagartijo que dividía a los toreros en dos grupos: los que saben lo que hacen, y los que hacen lo que saben.
Así se llega al Reglamento de 1996 dónde por vez primera se admite la presencia en el palco de ¿reconocidos? aficionados, y hace un par de años al Reglamento de Andalucía donde definitivamente se suben indocumentados, a dirigir festejos, prescindiendo de los policías a los que ni tan siquiera les han agradecido los servicios prestados durante tantos siglos. Y así el ex presidente de La Malagueta se pregunta: ¿y hemos mejorado en algo con esta decisión?, y se contesta. No, porque en realidad no han sido capaces de dar categoría a las plazas, pues es el presidente quien la da, y no, como se dice, el publico, que no es más que un potro desbocado en muchísimas ocasiones.
La solución para dignificar las presidencias radica en organismos capaces de formar presidentes y no entronizar el amiguismo como mayor oposición a ganar un puesto en el que la responsabilidad es demasiado importante. Una responsabilidad que en esas situaciones se minimiza provocando incumplimientos de la norma en mayor medida porque los superiores no apoyan las decisiones que deberían tomarse para que el espectáculo fuera el propio que merece el aficionado.
Considera José Luis Fernández Torres que se es esclavo de lo que se dice en alusión a lo expresado en múltiples ocasiones por el recién nombrado Ildefonso Dell´Olmo. Que no se puede entender como en veinte días puede pasar de abonado de la plaza a estar en el palco, sin reciclarse. Piensa José Luis, que han de quererlo poco los que lo han nombrado pues sin tener practica, lo echan a los leones. Aún así el mejor presidente de España se permite darle un consejo: Si las imposiciones violentan el concepto que tienes del toreo, vete. Y además le ofrece su ayuda para que no se estrelle.
Curiosamente, dice Fernández, Ana María Romero, en un año ha pasado a ser la más antigüa en el palco y por consiguiente pasado el año de gracia que se le concede a los novatos, este será objetivo de las críticas sin chance alguno.
Terminó el acto con un animado coloquio que tuvo su prolongación en un refrigerio posterior. No sin antes haber asistido al capitulo de agradecimientos de parte del vicepresidente del colegio, señor Martínez Morillas y de los organizadores del Foro, José Pastor y Juan Jesús Duarte.
2 comentarios:
Señor Fernandez Torres ,eso es asi, ''la pata palante'' y de verdad ,pero Vd. ,señor mio, no le interesa a esta pandilla de ganaeuros: el presidente es una figurita del Belen (que se monta tarde tras tarde, y cuando ve dos pañuelos y un grupo de nevereros gritando ,con pantalon corto, la lata de medio litro de San Miguel, y el bocadillo de caña de lomo( que pa eso es feria ).
Inmediatamente, está el suyo colgando del balcon presidencial, luego viene la palmadita en la espalda y el agradecimiento de la plana mayor (incluidos los toreros).
Ese tiro de mulillas esperando el pañuelo ''pa ''luego trincar también.
Si observamos algunas tardes el presidente está mirando más para el callejon de mataores que a donde debe mirar esperando el beneplacito de sus majestades los apoderados .
Y que si no diese el caso,ya se encargarían ellos de quitarlo del balcon presidencial.
En conclusión , España es España y mientras seamos Españoles no habrá quien nos quite la picaresca.
Enhorabuena al colegio de médicos por ese ciclo serio y bien organizado.
Adelante.
¡Que pena! Malaga ha perdido un gran presidente.
Todavia esta a tiempo de solucionar esa perdida.
Salud.
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