12 marzo 2009

¡CÁLLESE SEÑOR SALADO, CÁLLESE!

Ildefonso Dell´Olmo presidente de La Malagueta
¡CÁLLESE SEÑOR SALADO, CÁLLESE!
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.

Puedo prometer y prometo que no pensaba opinar nada de este tema, hasta no ver y hablar con el nuevo presidente de la Malagueta, Ildefonso Dell´Olmo, al que espero ver mañana en la conferencia que un ex-presidente, José Luis Fernández Torres, dará en el Colegio de Médicos con el tema "El palco sin autoridad" ¡Nada más apropiado al momento! Pero acabo de leer en el blog hermano Malaka, las declaraciones de Francisco Salado con respecto a la decisión de María Gámez de cambiar a dos presidentes por uno, y dejar el equipo en dos autoridades. Por supuesto que el título del artículo no pretende coartar la libertad de expresión de este político malagueño, sino llamar la atención sobre lo que me parece ignorancia supina.

Vaya por delante, (hay apellidos que dan juego), que hubiera estado más dulce el diputado Salado, si no hubiera abierto la boca. En realidad con sus declaraciones este político "pepero" ha dejado en mal lugar al partido porque se demuestra que, primero: al partido esto de los toros le trae sin cuidado y, segundo: Salado no sabe lo que dice porque no sabe lo que opina la gran mayoría de la afición malagueña, al respecto.

El señor Salado no debe saber, porque no debe haber ido a los toros, que Enrique Moya y Rafael Porras, durante el tiempo que se subieron al palco, en raras ocasiones demostraron su solvencia presidencial, y mucho menos, que sus actuaciones fueran garantía para defender los intereses de los aficionados y publico de toros, que debe ser el primer mandamiento de la autoridad. Ejemplos como aprobar corridas de presentación ignominiosa para una plaza de primera, dar orejas inmerecidas a toreros bufos, o concederlas después de estar el toro en el desolladero, son ejemplos, reiterados, de insolvencia presidencial.

Comprendo que el diputado Salado, haya querido defender la defenestración de un compañero de partido, pero de todo punto indefendible fue que siendo Presidente del Colegio de Veterinarios, el señor Moya, lo fuera también del palco de la plaza de toros de Málaga, y que el señor Porras le bailara el agua al anterior empresario.

María Gámez, delegada del Gobierno andaluz en la provincia, ha tomado una decisión, por supuesto que asesorada por personas de su confianza, que solo a ella le compete, y además hay que agradecerle que no haya pedido opinión, en caso de ser cierto, para decidirse, ni al señor Puche, ni al señor Pendón, que nada tienen que decir por ser partes del negocio taurino, uno como empresario, y otro como representante de la propiedad de la plaza. Lo contrario hubiera sido sospechoso por tendencioso y quizás sí hubiera sido partidista. Echar a un presidente del que se dice socialista, no es precisamente ser partidista, y apostar por Dell´Olmo tampoco lo es, pues que se sepa, aún, no milita en esas filas. Del mismo modo no creo que haya sido una decisión sectaria echar a Moya pues delegados anteriores lo mantuvieron sabiendo de su militancia… y una cosa más, no le supongo a María Gámez subjetividad para elegir, pues no la supongo aficionada de pro y además lleva dos días en el cargo. Le puedo suponer subjetividad a sus asesores, pero me consta que algunos no eran sospechosos nada más que de defender al aficionado.

Pero sepan ustedes como hemos llegado hasta aquí:

Varias veces los servicios de inteligencia de La Resistencia, habían advertido a los coroneles, del deseo de este ex político (aunque en realidad el cura nunca deja de ser cura por muy jubilado que esté), de subirse al palco de La Malagueta. Con ello el "andalucista" cumpliría otro de sus grandes sueños taurinos. El primero fue, y Ana María Romero se lo dio, el de transmitir una corrida por radio.

Sin embargo los coroneles nunca vieron clara esta opción presidencial debido a la volubilidad de espíritu del candidato y a mayores razones, por haber sido el promotor del Reglamento Taurino de Andalucía, y por consiguiente el inductor del federalismo reglamentario que nos cubre. (Véanse los Diarios de La Resistencia). Por diversas circunstancias, la más sopesada la inoperancia de los dos presidentes cesados, unas veces en broma y otras, medio en serio, se escribió en este mismo medio sobre el aupamiento al palco de Ildefonso Dell´Olmo. Y el pasado domingo, en Benalmádena, la noticia corría como reguero de pólvora: ¡Dell´Olmo será presidente! Lo que el defenestrado Enrique Moya afirmaba y comentaba con varias personas. Después vino la confirmación de lo que algunos han querido dar como primicia informativa.

La decisión de elegir a Ildefonso y no a Paco Montilla, que era el otro candidato, tiene que ver, se ha dicho por las esquinas, con los sectores duro y blando de los asesores de María. Los duros, entiéndase los más exigentes, quisieron haber puesto a Montilla pues viene de una gran escuela que es la de José Luis Fernández Torres. Y los blandos, entiéndase, los que menos problemas quieren tener por el asunto de los toros, apoyaron a Dell´Olmo. De resultas ganaron los blandos, aunque lo que subyace de esta elección es el flirteo político del ex andalucista y la devolución de favores, pues en cierta manera Ildefonso, en sus horas buenas, fue el benefactor de los Romero.
No voy a ocultar aquí mi escepticismo por la elección de María Gámez porque la evolución taurina, es decir como aficionado, de Ildefonso, ha sido bastante variable, desde apoyar cambios sustanciales en el organigrama taurino malagueño, sosteniendo las iniciativas de José Luis Fernández Torres, hasta dictar sugerencias normativas para que Soriano se comiera el marrón reglamentario que se comió, pasando por haber pedido el indulto de un torito de Santiago Domecq, un día que otro Santiago, Dueñas, estaba en el palco, y el indultador oficial del reino, Ponce, en el ruedo. Pero tengo que reconocer que me queda la esperanza de que, ahora desde la autoridad que le compete, ponga los cascabeles a los taurinos en los corrales y acierte en la dirección de los espectáculos que sortee; y que junto con Ana María Romero, que me sigue pareciendo apta para el cargo, si los dos son apoyados en sus decisiones, por la delegada María Gámez, dignifiquen la plaza de La Malagueta y la lleven a cotas capaces de superar la mejor década que hubo en La Malagueta. Ese es el beneficio de mi duda, porque imagino que por encima de la responsabilidad del cargo, primará la de ser buenos aficionados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

POR CIERTO, NO ES INCOMPATIBLE, SER PERIODISTA DIARIO Y COMENTAR EN LA RADIO LAS CORRIDAS, INCLUSO DANDO OPINION DE SUS COMPAÑEROS PRESIDENTES, Y SER PRESIDENTE DE LA MISMA PLAZA.
ESTO SOLO PUEDE OCURRIR EN MALAGA, LA VERDAD ES QUE HA QUEDADO UNA CABEZA POR CORTAR EN ESTE PALCO.