06 marzo 2006

LOS JORNALEROS DE LAS VENTAS

LOS JORNALEROS DE LAS VENTAS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

Un jornalero que cree mandar es un manijero que crea en el tajo donde trabaja un terrible vacío de poder. El amo es el amo, el manijero es el que maneja y el jornalero el que trabaja para ganar el jornal. Es lo que ha ocurrido en la plaza de Las Ventas que los amos ganan el concurso, y aunque Choperita sea presidente no deja de ser un manijero a jornal. La famosa época del cambio que pretendía poner fin a la gestión compartida y comenzar el camino de la gestión libre se ha tornado, a raíz de una concesión cuanto menos extraña ya que nunca se dieron a conocer las baremaciones de cada una de las empresas licitantes, en problemática. Si bien los primerizos deben tener el beneficio de la duda por cuanto hay más temporadas por delante para demostrar lo que valen. La del 2005 por causa de la desinformación suscitó una polémica sobre un tema tan novedoso y sorprendente como el de los palcos VIP.
Los aficionados a toros no somos trogloditas y por tanto estamos abiertos a los cambios pero observen una cosa, ¿desde un palco VIP se le puede gritar a Ponce "picoooo"? ¿O se le grita mejor desde la solanera? Los VIP que preferentemente suelen ser los usuarios del "Tontódromo", son personajes tan importantes que se la cogen con papel de fumar y lo que para el vulgo es picooo, para ellos es un pedazo de muletazo en redondo cupiendo el AVE (sin gripe) entre Ponce y el toro. ¿Cómo van a ser tan groseros como los de la solanera? Los groseros de la solanera, o gente normal y grosera de otros tendidos gritan "picooo" con todas las de la ley que les protege en su libertad de expresión y en su sabiduría taurina, pasándose por el forro a los pijos de los VIP. Las Ventas ya ha creado otra clase social, están los del sol, la sombra y ahora también los VIP.
Simón Casas que de esto es una mosca cojonera se fue al juzgado y puso una querella por prevaricación a la mesa de contratación y los de la justicia de Madrid no le hicieron caso. Me imagino a Gómez Ballesteros, que manda güevos lo que han cambiado los tiempos, y a Martín Marín soltando resuello. Digo lo de los güevos porque yo he visto a Ballesteros sentado con Mariví Romero y José Antonio Donaire defendiendo la verdad y la pureza del toreo desde su profesión de veterinario, ahora desde la de político lo único que le interesa es lo correcto, no lo verdadero ni lo integro, sino lo correcto, que en política es como la mentira piadosa. Y lo del ex de deportes, ¡qué más da, que da igual, si lo que le importa es estar al lado del poder azul! Pero se ve que alguien se equivocó en los procedimientos y se olvido de que el manual no dice que todos los jueces amigos del ex de los deportes, tengan que pasar por el aro, sino que uno se salió de partida apoyando la tesis de la mosca cojonera y es entonces cuando otro Casas de segundo Estévez se mete con el juez bueno y se monta la pajarraca, porque a ver ¿quién va a confiar así en la justicia? Cuando pasan esas cosas, ¡cuánto me acuerdo de Aparicio el ex de Jerez de la Frontera! ¿Recuerdan aquello que dijo de que la justicia era un cachondeo?
Los polvos del camino trajeron estos lodos y con los dineros de Fidel y de Calderón pusieron de presidente jornalero de Taurovent a José Antonio "Choperita" consumándose así el arribo de la mercadotecnia (lo digo por los VIP y el nuevo marketing) a la plaza más importante del mundo. Que no es que esté mal lo de la gente importante en sus palcos, es que es una atemporalidad que lejos de crear afición lo que hace es minimizar la seriedad de ver la emoción que debe producir la muerte en el ruedo. Claro que esto a los jornaleros les trae sin cuidado porque ellos deben presentarles resultados a los amos Fidel y Calderón y puestos a ello ofrecieron 72 tardes de toros en La plaza más envidiada del mundo, 72 carteles ayunos de calidad, quizás uno o dos confirmen la regla, en los que se incluyeron toreros sin tablas, la mayor parte de ellos recomendados y desconocidos, quizás la pobreza de ganaderías se justifique con lo de la lengua azul, pero no eran toros de los mejores de las camadas. Esta gestión de vulgaridad y ayuna de calidad lleva a la gente, fuera de San Isidro, a no acudir a la plaza viéndose más cemento que nunca en los tendidos. A los jornaleros les da igual si los amos están contentos con los resultados económicos y como los políticos los apoyan, pues España va bien, quiero decir, las Ventas va bien.
Un error que al taurinismo le viene de viejo es, y en esto los amos no han exigido nada al jornalero pareciendo aquellos más listos que este, que la publicidad hecha lo ha sido en el mismo formato que se viene haciendo desde hace quinientos años: En cartelería, por cierto deficiente, y olvidándose de los otros medios de comunicación. Que yo sepa el acuerdo con el medio de Molés no impedía publicitarse en otros mass – media. Y después del fracaso de esta empresa en el plan de publicidad y para rematar la faena les diré que no puedo entender que promocionar la fiesta sea hacer tentaderos en la plaza, aunque también, ni dejar debutar a toreritos y novilleritos desconocidos, sino apostar por los chavales de las escuelas aunque Madrid no sea la plaza idónea para esos niños, pero ¡ya se sabe como son estos jornaleros de lo taurino! Como niños que quien se acuesta con ellos amanece meado.
Visto lo visto y contado, más las denuncias de algunas asociaciones taurinas sobre incumplimientos del arrendamiento, el fallo judicial de irregularidades de concesión a la última época de los Lozano, hacen hoy en día de Las Ventas, una plaza camino a la perdición.

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