DIARIO DE LA RESISTENCIA: Un majaillo.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca
De Antonio Bienvenida hay recuerdos en la resistencia muy cabales, por ejemplo aquella aventura de atreverse a denunciar públicamente el afeitado de los toros en aquellos años 50 que a él le reportó prestigio entre la afición pero odio entre sus compañeros, Julio Aparicio sabe de aquello. Más luego las cosas vinieron a su cauce y más tarde todo cayó en sacos de borrajas pues aún no hemos acabado con ese terrible fraude, que ya es reconocido abiertamente por los mismos toreros que sin pudor elevan el caso a la mayor diciendo que lo que está mal es que le saquen punta a los pitones. Pero la gravedad mayor del asunto es consecuencia del visto bueno que las autoridades, si es que las hay en la actualidad, consienten el fraude.
Esa honestidad que Antonio Bienvenida atesoraba se ha perdido y los toreritos del momento no tienen lo que hay que tener entre las piernas para primero ser hombres y luego ser toreros. Antonio sabía estar en la plaza como director de lidia, se afanaba en ejecutar el toreo puro y de calidad y lo que hacia, dentro o fuera de los ruedos lo hacía con señorío. Lo hacia tan bien y tan bonito y con tanta elegancia que parecía que en el toreo todo era fácil, cuando en realidad era todo lo contrario.
.- Cuando toreábamos de salón – comenta el Maqui – todos queríamos imitar a Bienvenida. ¡Que forma de mandar a las cuadrillas! ¡Como los situaba en el ruedo! sin dar un grito, solo ordenando con la mirada.
Los resistentes se han puesto nostálgicos, les ha dado por pensar en la fiesta en la que una vuelta al ruedo era un triunfo en comparación con esta que nos legó Joselito, ¡perdón Alfonso! Pepito Arroyo, que instauró la vuelta al ruedo con una oreja. Nos ha dado por recordar a aquel toro bravo, encastado, con fuerzas, que aguantaba la lidia sin enterarse. Hoy no existe y si existe no se sabe dónde porque los toreros no lo quieren. Hoy sólo existe ese torillo bobalicón, sin emoción. Aquel que el lumbreras de Juan Pedro denominó "toro artista". Aquella familia que vendiendo desechos de tentaderos ha conseguido manipular la fiesta económica y genéticamente.
.- La culpa es de unos y de otros malos ganaderos, malos empresarios y sobre todo de las mal llamadas figuras del toreo del hoy en día que huyen del toro encastado y con trapío y quieren el que no le dé problemas.
Este resistente tiene la voz enronquecida, me dice que debe ser del temperamento y yo intento corregirlo y señalarle que será por el tiempo y a duras penas, con un ímprobo esfuerzo de garganta me dice que no, que es del temperamento. Y yo dudo.
.- Joder que he dicho que es del temperamento!!!
Claro, por como lo ha dicho que debería sonar como a voces, entiendo lo del temperamento, yo me callo y él prosigue:
.- Joder, - mirándome con cierto desaire -, todo lo contrario, al toro con casta no lo quieren y en cambio sí se pelean por la tonta del bote ¡A donde ha llegado la fiesta nacional que a partir de Abril pasará a llamarse fiesta regional!
Se habla de que los políticos no financian la fiesta, ni nada, cuando ponen dinero es para sacar votos y en poniéndolo no le hacen favor al toreo porque las rapiñas buscan el provecho y no la proyección de la fiesta. Que por eso está ahora como está, por el intervencionismo de la administración, primero con subvenciones y luego con reglamentos, cuando no influyendo para que las plazas caigan en manos de recomendados que de esto no saben.
Hay entre los resistentes de esta trinchera una honda preocupación que no obedece más que a los dictados de los políticos. Todos somos conscientes de que el espectáculo que se nos está ofreciendo es un espectáculo adulterado, moderno dicen, en el que se ha pasado de aplicar autoridad al exceso de crueldad, a admitirla o a suprimirla por ley, y por eso el reglamento que está por venir. Es lo que se está llamando entre la cursilería taurina, "La Corrida Moderna". Igual, igual que lo que Salvador Távora está preparando como su próximo espectáculo, mostrarnos bajo el signo de la cultura ese nuevo proyecto que como contubernio los sectores taurinos denominan moderno. Un espectáculo en el que no haya tiempos muertos, que aburren al que no entienda, que todos sean protagonistas para darle a la corrida otra identidad y para que – he aquí la magna idea de las mentes pensantes – el toreo a pie y el de a caballo – no se dice por los picadores sino por los rejoneadores – suponga un reencuentro. ¡Miedo nos da este asunto de la corrida moderna!
Se habla con tristeza de las vicisitudes por las que ha pasado la fiesta, que ha convocado a la resistencia, hasta llegar al dominio de personajes insaciables y sin pudor, se recuerdan casos verídicos y desgraciados que mediatizaron gerencias de empresas, y se comenta el provecho que ciertos buitres han sacado siempre del control de las taquillas.
Alguno de los resistentes piensa que gran parte de los males que aquejan a lo de los toros lo tiene la prensa, que de una parte a estas fechas es muy mediocre, porque no se hace buena literatura taurina y los medios no hacen buena prensa taurina. Que ha habido épocas por puñados de toreros, pero que ahora mucha escuela y mucha tontería pero no tenemos a nadie que merezca la pena. Salió el nombre de Javier Conde pero de broma y los resistentes se carcajearon, porque claro, uno se acordó de la muleta blanca.
.- Esto es la historia. Cuando había un majaillo de aficionados en las plazas de toros se alimentaba la emoción, se aplaudía la brevedad del matador para que no se pusiera pesado y se estimaban las vueltas al ruedo sin orejas, y en los tendidos había sabios que eran respetados siendo escuchados por los neófitos que oían veían y leían y no ahora que si los sabios comentan los tratan de mala manera. Fijaos como era la cosa entonces que el bajonazo que pegaba Antonio Ordoñez se le llamó con arte, estocada en el rincón de Ordoñez, y lo que son las cosas de este maestro que como torero fue un monstruo pero que como persona había que echarle de comer aparte.
.- ¡Pues como empresario ni te cuento! Lo era de la plaza de Fuengirola y dio orden a los porteros que entonces comandaba la casa Bernal de que no entrara nadie de gañote y lo común, entro su mujer y el doctor Zumel y cuando Bernal y Ordoñez fueron a ajustar cuentas se lo reprochó al portero y este con las venas disparadas en el pescuezo se fue y nunca jamas le sirvió de taquillero. Era agarrado.
La resistencia antes de despedirse y repartirse a sus trincheras; En esta tibia noche malagueña, preludio primaveral, por el que en estado de explosión andan las hojas nuevas de los árboles, renovando el milagro de la vida que un día de otoño fue muerte, cuando las que llegaron a ser cobrizas se arrojaron a sus pies; alienta a las autoridades (presidentes y veterinarios) de la plaza de toros de Valencia para que sean exigentes con el ganado y con la organización de un espectáculo caro y elitista de una plaza de toros de primera categoría. Que las exigencias nunca son malas para la fiesta, lo son para los que no la entienden como regeneración de vida y alegoría de la muerte, que las exigencias en este negocio que lo es de "vida y muerte" deben ser más porque en este espectáculo se muere de verdad.
20 marzo 2006
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