03 julio 2013

PLATO ÚNICO


            Ha evolucionado mucho el arte de torear, para que sea posible establecer equivalencias en cuanto ha transcurrido unos cuantos años. Se torea, en efecto, cada vez mejor, según el toro va perdiendo sus características esenciales. Llegará a la súma perfección el arte del toreo; cuando el toro desaparezca por completo.
            Los diestros de antaño se enfrentaban con un peligro serio, que trataban de esquivar con quiebros y regates, sin confiar gran cosa en la capa y en la muleta. El toro embestía y el torero tenia el ineludible y rápido deber de esquivar el peligro apartándose de la trayectoria de la fiera. Hasta que llego Juan Belmonte, sin facultades, ni piernas y tuvo que usar de los brazos y llevar y traer al toro sin mover los pies, porque al "esmirriado" torero le faltaba agilidad para ello.
            La lidia y el arte con dominio empieza entonces. Toma categoría la estocada, a la cual antes se llegaba sin reparar en los medios. Pero cuando Belmonte se perfilaba para matar, los públicos le pedían que siguiera toreando.- era que, hasta entonces, no habían visto torear.
            Tal y como ocurre hoy. Los públicos desean que pasen los tercios anteriores con rapidez, aceptan que la figura le de cien pases de muleta a un espécimen llamado toro, ¡incluso, cuando el presidente, pasado su tiempo le advierte con un aviso! el enfervorizado respetable le recrimina a este que aplique el reglamento, y no permita que el espada siga dando pases.¿Y porque?¿Por la sencilla razón de que no han visto torear?..Porque hoy se torea - es un decir - mejor que nunca, con el domesticado semoviente - se admiten excepciones - que acude al señuelo de la muleta a toque de campanilla;,, cuando no se para agónico, cual si fuera un burro cansino, para luego morir - de aquella manera - en presencia publica. Son muchos los que dicen, que hoy se torea, como nunca se hizo. Y tienen razón; todos aquellos, que no vieron torear a Antonio Ordoñez.. por ejemplo…-Y como ejemplo un pase, un remate:
            ¿Fíjense Uds.? ¡Si ha perdido sentido, emoción, peligro y hondura el pase de pecho!, que ahora se dan -dos o tres - según venga el caso; y además ejecutándolo de aquella manera, o sea, mal.
            De pitón a rabo, la muleta llevando hasta allá el brazo del lidiador, alarga la franela, para que los flecos del engaño en la mano izquierda, barra el lomo del pitón a la penca del rabo. ¡Descúbranse!, señores aficionados, que el muletazo de pecho, no es, moco de pavo. Pase de pecho preparado, tal y como se hace hoy, tiene un mérito menor. Pase de pecho forzado, es aquel otro, donde el trance muletero, conoce toda su grandeza.
            Un buen pase de pecho, remata una tanda de naturales, es el último y formidable recurso, para que se produzca la continuidad de la faena enhilada, ligada. Muletazo fundamental, que siempre tuvo emoción y riesgo; el pase que mas duraba, puesto que el toro hacia su más largo recorrido, cuando el cornudo no te dejaba proseguir la tanda de naturales. Entonces, la única y hermosa solución, es el forzado de pecho, llevando al toro embebido en el engaño, capaz de mandar de lleno, la pierna adelantada, la cintura quebrada y la barbilla avanzada para el trance muletero.
            ¡Díganme!... cuantos pases de pecho forzados, reunidos, con quietud y limpieza ven ustedes. Apenas algún esbozo de pecho y pectoral. Nada que explayara la definición del lance, pero si nos atracamos de pases... llamados de pecho, despegados, al hilo del pitón y mantazo por la cara, para quitarse aquello de encima..Y encima aplaudirlo. Pena.


            Fermin González.- conmentarista onda cero radio Salamanca:

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