San Fermín 17
Pamplona 7 Julio 2017
Toros de piedra de Paco Rodríguez
Primera corrida de a pie.
Toros de Cebada Gago, bien presentados. 1º Poca casta. 2º Noble y blando. 3º Más genio que casta. 4º Manso encastado. 5º Devuelto. 5º bis, el peor. 6º Complicado.
Juan Bautista: Silencio. Silencio.
Javier Jiménez: Pitos. Silencio.
Román: Oreja. Ovación
Nada claro es el primero, poco celo en el capote y por lo menos empuja en el caballo recibiendo duro puyazo, en la segunda entrada al caballo se le da bien; muy suelto en banderillas, falto de interés demostrando su poca de casta. Lo que le falta al toro, lo pone la veteranía del matador y a pesar de ello es faena sin relieve. Casi entera arriba y descabello.
Terrorífico pitón izquierdo del cuarto que lo lancea Bautista ni fu ni fa. Leves puyazos sin empujar toro y picador, parece que quiere el matador conservar las fuerzas del toro; puntea y humilla poco el toro, faena de dominio del francés, que no brilla pero es efectiva. Estocada entera que basta.
Javier Jiménez tiene en su primero un clásico Cebadita con pitones afilados y nada con el capote; un puyazo y medio, las fuerzas justas en el caballo; vulgar segundo tercio con el toro punteando mucho. Multitud de mantazos sin embraguetarse con un toro que no tiene muchos pases y los desperdicia el aspirante a figurita. Una lástima que la reencarnación de Espartaco, no sepa sacarle lo poco bueno que tiene el toro. Estocada muy contraria para rematar el bodrio. Además, descabellos y aviso.
El quinto sin ser un elefante impone por su trapío. En un burladero se parte el pitón derecho y el público ni se da cuenta; es devuelto el toro. El sobrero de la misma ganadería está falto de todo menos de pitones. Terciado, feo, blando, corretón y sin humillar. Torea por decir algo, a media altura a un animal que se defiende, derrota y mira al matador. Faena "comprada" en un bazar chino. Mata mal.
Román recibe al tercero con un variado y vulgar ramillete de lances sin ningún interés. Nada destacable en el caballo y pierde las manos varias veces en banderillas. Entra con genio el toro en las primeras series, pero de seis muletazos hay diez enganchones, creo que ya es evidente lo que estamos viendo. Falta de colocación, pico, pasito atrás y demás defectos de los jóvenes de hoy día. Toro apto para ser lidiado y no ponerse bonito; escalofriante cogida al entrar a matar, sale empitonado por el pecho. Oreja por la estocada y la cogida. Parece que no tiene cogida.
El sexto es un toraco fuera de tipo y que hace cosas raras de salida, le enjareta unas vistosas verónicas Román; dos buenos puyazos recibe el Cebada, se pone difícil con las banderillas. El toro mira desafiante, encampanado y con ganas de llevarse por delante al torero; lo torea a media altura y el bicho se frena desluciendo el muletazo. El toro necesita lidiarse y el torero no tiene ni zorra idea de lo que es eso. No se le puede negar valentía y arrojo al entrar a matar con estocada algo baja, descabellos.
Juanjo Franquelo
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