VALENCIA: LA FERIA DE LAS VANIDADES
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Simón Casas se intitula promotor en la regencia de la plaza
de toros valenciana, y al uso, acaba de presentar, y la Diputación aceptar, la
cartelería para la feria. Bueno, en realidad las ferias. Pues hay tres en una,
como aquel lubricante famoso, que ahora parece extenderse en el culo de los
aficionados que tragarán la presunción con unas gotitas de arrogancia, del
francés.
No cabe duda que Casas le echa imaginación a la cosa,
imaginación que otros empresarios no tienen. Divide trece espectáculos en tres
partes y les llama ferias. Pone tres novilladas por delante, en los días más
flojos y al conjunto de tres le llama feria. Trae los adolfos y los miuras, los
reboza con alcurrucenes y domecqs, y al conjunto le llama feria de los
encastes, y aún no faltándole razón, el promotor viste de cordero, dos hierros
duros, (que se les ha llamado duros por las hordas toreristas, toda la vida), y
además añade a ese cajón, dos ganaderías más, por haber resultado encastadas en
las ultimas temporadas. ¡Claro que sí, es otra forma de vender! ¡A ver si
salimos de la crisis, por Dios! ¡Que vaya chapuceros de empresarios que
tenemos!!
Por si el promotor no hubiera dormido bien cualquier noche,
además se inventa la feria de las figuras. ¡Para tocarle los güevos,
claro, a Ferrera, Gallo, Castaño,
Rafaelillo, David Mora, Fortes, Urdiales, Fandiño, Tejela, Juan Bautista…! Es
decir a los de la feria anterior.
Pero así están las cosas, a cualquiera le llaman ahora
figura, a Castella por su indefinición personal, a Manzanares por su destoreo,
a Talavante por su majeza, a Finito por su veteranía, al Cordobés por su
simpatía, al Fandi por sus carreras, a Padilla por su ojo, al Cid por su poca
ambición, a Perera por su apatía, a Luque por su larga carrera. Sólo Ponce y
Morante se merecen la categoría de figuras. Ambos por personalidad, oficio y
torería.
Como se anuncian tres ferias, supongo que habrá cuatro
abonos. Uno mayor para indolentes bolsillos. Y tres más, uno a precios bajos,
el de las novilladas, otro a precio moderado el de las corridas duras (perdón
de los encastes), y otro más caro para ver las grandes figuras del toreo de
principios de siglo.
Si esto es así, sacaré el de las novilladas para los niños,
que hay un par de novilleros que interesan: Lama de Góngora y Román. El de los
encastes para el abuelo, que recuerde algo del toro de otros tiempos. Y el de
las figuras se lo sacaré a mi cuñado que está por el toreo moderno y forma
parte de ese gran público o “Mundo Feliz” que se traga todas las mariquetas que
los "peazos" figuras estos les hacen a los toros!!
¡Que usted lo venda bien don promotor! ¡Que ustedes vosotros
se diviertan! ¡La emoción en el toreo está reservada para privilegiados!, ¡y
que yo lo vea, carajo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario