Hoy primero de año me desayuno con la noticia que da mi amigo Pastor en su blog http://malagatoro.blogspot.com.es/
Y lo primero que se me viene a la mente es el titular que encabeza el post y que espero desarrollar, no ahora que voy a disfrutar de la belleza de volver a respirar aire puro en este nuevo día que Dios me ha concedido vivir, fuera del a veces enturbiado mundo taurino, sino más adelante cuando ponga en orden las ideas que ahora se agolpan en mi caletre, y que por desbarajustadas podrían ser tergiversadas. Porque incautos fueron los tejedores de un pliego de condiciones de arrendamiento de La Malagueta, imposibles de cumplir. e incautos fueron aquellos supuestamente empresarios de pedigree que consideraron que el pliego era salvable. Incautos fueron aquellos que quisieron poner en cifras usureras la paciencia del aficionado malagueño, e incautos aquellos que vinieron a la ciudad del sur de Europa sin conocer el lugar a dónde venían o en cualquier caso llegaron mal dirigidos o politicamente equivocados. Los incautos se rebelan, porque ahora querrán estrujar al incauto que se puso entre sus brazos, y los otros incautos querrán irse de rositas. ¡Quietos paraos, que esto hay que hablarlo! ¿porque saben ustedes queridos incautos lo que ocurre?: Que unos por exceso y otros por defecto han jugado con la afición de Málaga, y en realidad, lejos del maldito parné, lo que subyace es que ambos incautos, amparándose, a boca llena, de la afición, nos han dejado por INOCENTES, despreciándonos, una temporada más...
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