Esau Fernández
El toreo de invierno en la España taurina, aparte de la campaña
Americana, esta supeditado al entreno, ha hacer campo, al descanso, a ponerse
fuerte para cuando se inicie la temporada. Es una máxima que año tras año todo
torero tiene bien aprendida.
Antes de que dicha temporada comience a rodar es muy
frecuente, que entre los personajes más próximos a los toreros, entre los que se
encuentran, aquellos “alcahuetes” de tentadero, que “(Móvil)” en ristre,
suelen intercambiarse la información que tiene como base; la pregunta “¡como
esta fulano…!” obteniendo una respuesta, que no será del todo sincera,
dependiendo de los intereses que persiga el intermediario y seguro conocido
taurino.
Pues bien, si los toreros se ponen a punto, ocurre al
igual con los toros. Los empresarios, sobre todo los más fuertes, los que
dominan el conglomerado taurino, comienzan a mandar a sus emisarios y veedores a
recorrer ganaderías para adquirir aquello que más y mejor se acomode tanto en
precios como en hechuras, de lo que van a soltar por toriles cuando comience a
sonar el clarín.
Toros, que ahora aún no están rematados, no tienen buen
lustre, no están cumplidos, en definitiva, no están puestos, van siendo
señalados, anotados sus números, para cuando en los meses del recorrido ferial
se encuentren en su punto de presentación, trapío, desarrollo, peso etc. etc. O
sea, dispuesto a ser el “Rey” de la Fiesta. Pero todos sabemos que
esto no será así (se admiten excepciones), y a ese ejemplar, al toro llegado a
su máxima esplendidez, le espera una tortuosa, denigrante y estresante
manipulación, Todo estará en su contra, para convertirlo si es posible en el
“becerro de oro”. Como digo estas son las fechas, de sosiego y descanso
para unos, sin embargo, otros no paran, no cierran nunca sus despachos, hay que
comprar, señalar ganado y contratar al torero lo antes posible, e ir cerrando
ferias y festejos, con el fin de apañar las exclusivas, sobre todo de aquellos
que dominan el escalafón. Otros por el contrario, comienzan su particular
peregrinaje, buscando la recomendación para estar en el cartel. Nada nuevo por
otro lado, Cada año sucede, más de lo mismo.
Sin embargo, parece ser, que esta temporada 2013 los
nervios andan un poco sueltos; o porque entre los elementos que juegan en la
fiesta se está desarrollando un torneo de esgrima, con fintas y con amagos por
aquí o por allá para tratar de desconcertar a los adversarios; lo cierto es que
con mayor anticipación que otros años se viene hablando de lo que va a ser la
actual campaña y se barajan nombres y carteles con tales datos y posiciones que,
de creer en todo lo que se habla y en lo que se escribe, ya podrían realizarse
las más completas estadísticas de la temporada.
Luego los resultados diferirán notablemente; donde
ahora existen desarreglos se llegara al acuerdo y en los que ahora todo
significa armonía surgirán las inevitables discrepancias; porque es lógico que
se produzcan en el montaje de una fiesta en que pugnan tantos intereses y
apasionamiento.
No cabe duda, que se aborda una temporada con
movimientos ciertamente expectantes, se espera con impaciencia a matadores que
terminaron la temporada en buena disposición y sólidas expectativas de éxito,
que junto a la arrolladora e insultante juventud de otros, pudiera darse a la
sazón una temporada que hiciera resurgir a una afición hasta ahora llena de
desconfianza y cansada de especulaciones y mentiras. Existe la necesidad de
recobrar la confianza en un espectáculo verdadero. ¡Será
posible!...
Fermín González – comentarista onda cero
radio- Salamanca-
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