07 enero 2013

BLAS MORA

Blas Mora, empresario jienense seleccionado para gestionar la Plaza de Toros de Ávila

El Ayuntamiento de Ávila, ha seleccionado a cuatro empresas taurinas de todas las presentadas a optar a la gestión de su Plaza de Toros.


Blas Mora, un joven empresario de 57 años, natural de Villacarrillo (Jaén), comenzó esta aventura empresarial paralela a otros negocios del sector comercial y hostelero. Empezó de apoderado y no tardó en darse cuenta de que tenía que cambiar la perspectiva. Simplemente, sacó una conclusión: «de apoderado, si se equivoca el torero, tú también lo pagas, y de empresario, tú te equivocas y tú lo pagas; no dependes de otros y todo depende de que lo hagas bien». El secreto para equivocarse lo menos posible en este mundillo también lo tiene claro: «ilusión y constancia». Gracias a ello, asegura que se siente muy satisfecho de su labor y de su trayectoria desde el día que decidió liarse la manta a la cabeza allá por 1995, en Fernán Núñez (Córdoba), su primera corrida como empresario. No en vano, ha gestionado cerca de una treintena de plazas en provincias como Madrid, Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Jaén y un largo etcétera.
En Ubeda todos los aficionados recordarán la labor tan importante que este empresario de la provincia realizó durante el tiempo que duró su gerencia en la Plaza de Toros, organizando unos carteles de verdadera categoría tanto en Ubeda como en otras plazas de la provincia. No en vano, Jaén es la provincia que más festejos da de Andalucía y en la que más ganado bravo hay. Y considera que en sus plazas hay «muy buena afición y muy buen público».
Entre los logros que guarda con más cariño se encuentra el haber organizado la única corrida goyesca con el hierro de Miura. Fue en Úbeda, donde también gestionó en 2005 la mejor feria del año de Jaén, en calidad y espectáculo, y una de las tres primeras de Andalucía. Del mundo de los toros asegura que cambiaría muchas cosas, entre ellas fomentar a todos los niveles la promoción de los chavales que salen de las escuelas taurinas.
En Ubeda durante los años que estuvo de empresario, creo recordar que un total de 9 años -algo que avala su buena gerencia- el aficionado pudo asistir a presenciar ganaderías históricas como la de Miura, Conde de la Corte o la de Gavira en su último año de empresario en esta plaza de toros.
En la Plaza de Linares destacó Blas Mora por la organización de los Festivales Taurino-Flamencos a beneficio de la Asociación Proyecto Hombre, siendo año tras año un auténtico triunfo, llenando los tendidos del Coso de Santa Margarita.
Si una figura del toreo tiene que empezar en plazas pequeñas y en condiciones muy precarias para poder ir ascendiendo en el escalafón y lograr que le abran las puertas de plazas cada vez más importantes a base de tesón, triunfos y alguna que otra cogida, un empresario igualmente tiene que apostar en primer lugar por pequeños festejos para conseguir la gestión de cosos de categoría que le permitan ir cerrando carteles cada vez de mayor enjundia a base de tesón, buen ojo y alguna que otra cogida en forma de pérdida económica. Además, los dos, torero y empresario, comparten el mismo sueño: llegar a Las Ventas. Aunque el primero desea estar en el ruedo cortando orejas y rabos y el segundo en el callejón viendo la plaza llena. «Sigo pensando que algún día gestionaré Las Ventas, ¿por qué no?», comenta Blas Mora como el torero que ya piensa en próximas temporadas sin haber cerrado la actual. Nos cuenta que él no viene de una familia taurina, «pero sí de grandes aficionados a los toros».
Como a todo empresario, a Blas Mora le preocupa y le afecta la crisis, aunque por otro lado asevera que se puede quejar menos que otros muchos que se dedican a este amplio sector del ocio, tan afectado actualmente. La mala situación económica la capotea intentando reducir festejos y primando la calidad. «A una feria taurina le da importancia tener las plazas llenas y no la cantidad de corridas que figuren en el cartel», afirma consciente de que «ir a los toros cuesta».
Pese a todo, no escatima a la hora de rematar los carteles de su responsabilidad para cuadrar toreros y ganaderías. Blas Mora es más aficionado que empresario a la hora de organizar festejos, aunque remarca que en la plaza, desde su posición de empresario, «cualquier torero tiene la misma importancia que el resto», sea o no fenómeno de masas. Así, su trabajo lo hace con los pies en la tierra ya que «la apuesta es muy cara y la caída puede ser grande».
«Este mundillo es muy duro, y si no tienes pasión no aguantas», Blas Mora aún está aquí y, eso es por algo, pues aunque los triunfos son muy dulces, el día que no se cumplen las previsiones o el festejo no ha funcionado «es muy amarga la soledad de la plaza cuando se ha ido todo el mundo».

Quién sabe si algún día, esta misma sensación la tendrá en el callejón de Las Ventas.

Por lo pronto desde este Blog le deseamos sea el acreedor del Ayuntamiento para la gestión de la Plaza de Toros de Ávila, en mi opinión no se arrepentirán.

José Cisneros

No hay comentarios: