CUADRI, ESTO TAMPOCO ES

ULTIMA CORRIDA DE SAN ISIDRO 2011. PLAZA DE LAS VENTAS. MADRID. 2 DE JUNIO.

Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Toros de Cuadri. Primero manso peligroso. Segundo con genio y a menos. Tercero manso encastado con peligro, división al arrastre. Cuarto dificil y peligroso, quedandose debajo. Quinto manejable que se aplaude. Sexto parado. El Fundi, silencio y silencio. Ivan Fandiño, vuelta y oreja. Alberto Aguilar, palmas y silencio.

Debería ocurrir que los ganaderos debieran devolver los premios. O que quiten los azulejos que en el Tontódromo de Las Ventas se les pone a los bravos de las ganaderías. O por cada manso echado después, deberían romper uno. Los ganaderos premiados en San Isidro están obligados a mantener los triunfos, como los matadores lo están cada vez que son sacados por la puerta grande. Si no es así, castigo que te crió. Suele pasar en esta plaza que se trata con más benevolencia a los ganaderos que llegan a ser ganaduros (no es el caso de Cudri), que a los toreros que llegan a ser figuras. Pero en la última de feria Cuadri se ha quedado con el personal. Una corrida honda, emocionante por peligrosa y con un solo toro que salve el honor, no se puede considerar una corrida propiamente de toros, toros. De haber tenido menos peso, los hubiéramos llamado moruchos, de ser lo que fueron, MANSOS. Ser manso es una condición, no un defecto, el defecto es del ganadero que se equivoca empecinándose en cruzar con desacierto sementales y vacas que no ligan. Pero en esto del toro todo lo disculpamos con aquello que dicen los sevillanos, "eto e mu difisil" pero por difícil resulta ser más interesante.

Se han metido con el Fundi por aliñar los dos toros, nada más y nada menos. El Fundi que se había ganado el respeto de todas las aficiones, es criticado por que no ha podido machacar con firmeza a dos marrajos peligrosos. ¿Alguien puede conceptuar hoy en día un toro peligroso entre tanta burra que se lidia? El ejemplo es el de estos dos toros que le tocaron al Fundi. Por eso, mis respetos torero, porque con humildad y paciencia no entró al trapo de los insultos.
Fandiño anduvo voluntarioso, queriendo y pudiendo cuando lo dejaba el toro segundo. en el quinto, el mejor del encierro, se puso bien y cuajó buenos muletazos pero decididos en tandas cortas, insatisfactorias y de medio abajo se le cayó la faena. En general triunfó la disposición del vasco.

Alberto Aguilar, se jugó la vida con el tercero que le buscó las vueltas hasta cogerlo varias veces. No pasó nada. Tampoco pasó en el marmolillo sexto.

¡Aquí paz y allí gloria!