AMOR POR EL CABALLO Y EL TORO

Lea Vicens

Agustín Hervás

Onda Cero Radio

Lea Vicens acaba de torear en la plaza de Marbella, joven, lozana, resuelta y elegante. Noelia Gonzalez, una amiga y entendida en estos asuntos de la hípica me asiente con la cabeza, las buenas maneras de esta rejoneadora francesa. Francisco Moreno, un profesional del toro y amante del caballo portugués me inquiere a que hay que seguir a esta muchacha. Efectivamente, es la segunda vez que la veo, la primera fue en octubre en Fuengirola, y se confirma lo que allí vi. Porte, elegancia en la monta, delicadeza y corazón. Lo que le falta, dicho queda en las crónicas, se aprende y mucho más con el interés y la escuela en la que milita. Pero debo rectificar un error de información, Lea cuenta con cuadra propia, en la actualidad posee doce caballos y tiene siete que torean. Llevan el hierro de Peralta y los compró de potros. Ninguno domado. Su trabajo y su esfuerzo lo volcó en la doma de estos animales. Su amor por el caballo y el toro la vinculan a la tauromaquia, no por el placer del caprichito, sino por aportar su sello al arte del rejoneo.

El detalle: el sexto novillo tardaba en doblar, Lea calmadamente echó pie a tierra, cogió la muleta y el descabello y se dispuso a finiquitarlo. De repente se arrancó el animal y Lea con asombrosa tranquilidad, vació junto a su corazón la embestida del burel, en un boceto de pase de pecho.

¡Por supuesto que habrá que seguir viéndola!!