ArchivoCuelgo ahora la cronica de la corrida de la Feria de Otoño del dia 1 de octubre porque los duendes se encargaron de fastidiarmela el dia de autos...
EL CID NO PILLA EL BERIMBOL
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Le salio el cuarto toro de Cuvillo que manseó en varas pero cambio en banderillas donde galopó con un ritmo enamorador luego en la muleta no pudo mantenerlo pero se dejó con amplitud, quizás un poco soso, pero Manuel Jesús El Cid no le pillaba el berimbol. El berimbol, en ese castellano no escrito, pero prolífico en la sierra de Jaén, significa no cogerle el aire al trabajo, no cogerle el ritmo, y El Cid no se lo cogió. Unas veces despegado, otras mal colocado, haciendo un esfuerzo mentiroso, de querer estar y no poder, y con una sonrisa falsa de mentarle los muertos a toda la plaza… y de postre una cogida tonta, la segunda que le veo en Las Ventas, de esas de tener la mente nublada, mas en los cielos que en la tierra. Con el segundo toro de la tarde, un toro deslucido realizó un trasteo aseado pero insuficiente para el compromiso que significa torear en Las Ventas y deberle a su afición la carrera.
Sustituyó a Manzanares el sevillano Oliva Soto que confirmó la alternativa con más pena que gloria. En realidad él cree que la gente de Madrid lo ha acogido bien, pero en verdad la indiferencia ha sido mayor que la propia ausencia del torero en el ruedo, y un verdadero ejercicio de educación cívica pues podrían haberlo sacado a gorrazos de la plaza por desaprovechar el mejor lote de la corrida. El toro de la alternativa también manseó en varas pero galopó en palos y en la muleta fue un gran toro que se fue al otro barrio sin torear, fue ovacionado, con justicia, al arrastre. El sevillano le arreó tres tandas de derechazos eléctricos y encimistas no centrándose por el pitón izquierdo, y luego un vas y viene que no dijo nada. Por estar en la enfermería Talavante cosiéndole un dedo, toreo en quinto lugar y dio dos mil mulerazos “pa na”. El Cuvillo que fue de más a menos se dejó en bueno.
Talavante se había cortado un dedo de la mano izquierda al entrar a matar al tercero del encierro tras un mitin con la espada que le impidió cortar, a Dios gracias, orejas en Las Ventas, al toro peor presentado de la corrida, con caja pero sin cara y con un pitón escobillado. El toro tuvo interés por encastado y el torero le echó tal pócima al público de Las Ventas, que los volvió tontos. Empezó la faena con un cambio en el centro, arriesgado, por torpe, no mando en el viaje, y luego las tonterías de dar un muletazo por bajo y una reolina, que no es toreo… y tres naturales y muletazos auxiliares no hacen faena… y ese toreo accesorio enloqueció a Madrid que claro, está falto, como toda España de ver torear como Dios manda. En el sexto, con manejable toro, se puso encimista, perfilero y vulgar.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Madrid. Plaza de Las Ventas. Segunda de la Feria de Otoño. Se corrieron seis toros de Núñez del Cuvillo, correctamente presentados, menos el tercero, mansotes en los caballos pero que resultaron manejables en la muleta, con un gran toro ovacionado al arrastre que hizo primero. El Cid, dos pinchazos y media estocada trasera y tendida, silencio. Dos pinchazos, estocada, aviso, silencio. Alejandro Talavante, pinchazo, estocada recibiendo atravesada que asoma, descabello, aviso y descabello, ovación que saluda. Estocada atravesada, aviso, agonía prolongada del toro, silencio. Oliva Soto, que confirmó la alternativa, dos pinchazos, estocada trasera, silencio. Pinchazo, bajonazo, aviso, dos descabellos, silencio.
Talavante pasó a la enfermería a la muerte del tercer toro para ser atendido de un corte en la mano izquierda tras cortarse con la espada.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Le salio el cuarto toro de Cuvillo que manseó en varas pero cambio en banderillas donde galopó con un ritmo enamorador luego en la muleta no pudo mantenerlo pero se dejó con amplitud, quizás un poco soso, pero Manuel Jesús El Cid no le pillaba el berimbol. El berimbol, en ese castellano no escrito, pero prolífico en la sierra de Jaén, significa no cogerle el aire al trabajo, no cogerle el ritmo, y El Cid no se lo cogió. Unas veces despegado, otras mal colocado, haciendo un esfuerzo mentiroso, de querer estar y no poder, y con una sonrisa falsa de mentarle los muertos a toda la plaza… y de postre una cogida tonta, la segunda que le veo en Las Ventas, de esas de tener la mente nublada, mas en los cielos que en la tierra. Con el segundo toro de la tarde, un toro deslucido realizó un trasteo aseado pero insuficiente para el compromiso que significa torear en Las Ventas y deberle a su afición la carrera.
Sustituyó a Manzanares el sevillano Oliva Soto que confirmó la alternativa con más pena que gloria. En realidad él cree que la gente de Madrid lo ha acogido bien, pero en verdad la indiferencia ha sido mayor que la propia ausencia del torero en el ruedo, y un verdadero ejercicio de educación cívica pues podrían haberlo sacado a gorrazos de la plaza por desaprovechar el mejor lote de la corrida. El toro de la alternativa también manseó en varas pero galopó en palos y en la muleta fue un gran toro que se fue al otro barrio sin torear, fue ovacionado, con justicia, al arrastre. El sevillano le arreó tres tandas de derechazos eléctricos y encimistas no centrándose por el pitón izquierdo, y luego un vas y viene que no dijo nada. Por estar en la enfermería Talavante cosiéndole un dedo, toreo en quinto lugar y dio dos mil mulerazos “pa na”. El Cuvillo que fue de más a menos se dejó en bueno.
Talavante se había cortado un dedo de la mano izquierda al entrar a matar al tercero del encierro tras un mitin con la espada que le impidió cortar, a Dios gracias, orejas en Las Ventas, al toro peor presentado de la corrida, con caja pero sin cara y con un pitón escobillado. El toro tuvo interés por encastado y el torero le echó tal pócima al público de Las Ventas, que los volvió tontos. Empezó la faena con un cambio en el centro, arriesgado, por torpe, no mando en el viaje, y luego las tonterías de dar un muletazo por bajo y una reolina, que no es toreo… y tres naturales y muletazos auxiliares no hacen faena… y ese toreo accesorio enloqueció a Madrid que claro, está falto, como toda España de ver torear como Dios manda. En el sexto, con manejable toro, se puso encimista, perfilero y vulgar.
¡Aquí paz y allí gloria!
FICHA:
Madrid. Plaza de Las Ventas. Segunda de la Feria de Otoño. Se corrieron seis toros de Núñez del Cuvillo, correctamente presentados, menos el tercero, mansotes en los caballos pero que resultaron manejables en la muleta, con un gran toro ovacionado al arrastre que hizo primero. El Cid, dos pinchazos y media estocada trasera y tendida, silencio. Dos pinchazos, estocada, aviso, silencio. Alejandro Talavante, pinchazo, estocada recibiendo atravesada que asoma, descabello, aviso y descabello, ovación que saluda. Estocada atravesada, aviso, agonía prolongada del toro, silencio. Oliva Soto, que confirmó la alternativa, dos pinchazos, estocada trasera, silencio. Pinchazo, bajonazo, aviso, dos descabellos, silencio.
Talavante pasó a la enfermería a la muerte del tercer toro para ser atendido de un corte en la mano izquierda tras cortarse con la espada.
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