29 diciembre 2009

UN CUATRERO EN CALI


UN CUATRERO EN CALI

En los tiempos del antiguo oeste en los Estados Unidos, se conocieron los cazadores de recompensas, los cuales iban de estado en estado buscando a los cuatreros que asolaban las regiones, los que robaban reses de las haciendas de los poderosos de la época y de los humildes también. Además de perseguirlos y cobrar la recompensa que el alguacil de cada estado imponía para el efecto, los entregaban y se quedaban divirtiéndose en la cantina o saloon del pueblo disfrutando de las chicas y descorchando el whisky con sus dientes, esperando el enjuiciamiento del pillo capturado y su posterior ahorcamiento en la plaza principal.
Pues bien, vamos a necesitar de esos cazadores de recompensas para recuperar un toro que se robaron de la plaza de toros de Cali el 27 de Diciembre, y poner a buen recaudo al cuatrero de marras, quien haciendo uso indebido de su autoridad se llevo a su dehesa un toro que había sido devuelto a los corrales por haber sonado los tres avisos, y como el reglamento dice que se debe apuntillar de inmediato, no lo hizo... y se lo llevo con permiso de quien??? Pero como la autoridad es él mismo, pues es el presidente de la Función Plaza de Toros de Cali Sr. Eduardo Estela Garrido, pues nadie dice nada. Todo sigue igual.
El toro de la ganadería de El Paraíso fue además de mal lidiado, a pesar de ser un gran toro enrazado y fiero, devuelto a los corrales, pues Guerrita Chico (debe estar El Guerra revolcandose en su tumba) se negó a matarlo, para "poder triunfar", vaya Ud. lo que inventan estos toreritos de hoy, no mato el toro y triunfo. Hasta donde hemos llegado con esta profesión.
Hubo dos toros mas interesantes, pero mal lidiados su compañero de binomio a pie Paco Perlaza, nunca aprendió y ya no aprenderá que el toreo es de arriba hacia abajo. El cree que es al revés y vaya pues a quitarle esa idea. El palco que obró bien con los tres avisos de Guerrita, aquí se equivocó de cabo a rabo y le regaló una oreja SIN UN PAÑUELO ASOMADO EN EL TENDIDO.
El rejoneador, si así se puede llamar un montador a caballo que descresta incautos, se llevó dos orejas en su esportón por pegar caballazos y andar fuera de sitio toda la tarde. Alvaro Montes se hace llamar.
El día anterior se celebró la novillada con astados de Lalo Valencia, San Antonio de los Lagos, para tres novilleros que creo personalmente deben buscar un oficio en el que no pasen tantas afugias como en este mundo del toro. Juan Solanilla, colombiano, Santiago Fausto mexicano y Miguel de Pablo español, ni fu ni fa con ellos.
La corrida esperada el 28 de Diciembre, día de inocentes y a verdad que lo fue, pues los animalitos enviado por Ernesto Gonzalez Caicedo, procedencia Santacoloma, anovillados, chicos unos, uno ciego, mansos en general. Por ahí estaba El Juli, y como ese si puede con todo, pues plantó las zapatillas y los enseñó a embestir cortando una y dos orejas en sus turnos, larguísimas pues toreo novillos, y a él lo contrataron para matar toros. Perera muy distanciado del Perera que conocemos, no se si las cornadas del año pasado le estén pasando factura de cobro. Deslucido. Diego Gonzalez, mucha voluntad ante dos marrajos, uno de ellos ciego.

Ruben Dario Echeverri E.

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