LA REPUBLICA CONSIENTE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Por Agustín Hervás
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Estoy en Mancha Real, mi tierra, aquí el olor del invierno se confunde con el del suave ácido de la aceituna recién recolectada que por diciembre llena las almazaras y el aire de átomos oleícolas. A ocho leguas Jaén, la capital, a diez Baeza, y a un poco más, Ubeda. Esa ciudad de los cerros emporio del poncismo.
Tiene Jaén a gala ser la segunda tierra de Enrique Ponce, y Ponce lleva a gala haber asentado sus reales en esta tierra, desde que lo viéramos en Las Navas estudiar, cual alicuacaro, en su instituto, donde nunca sospecharon que pudiera llegar a ser torero porque lo suyo era jugar al fútbol. Sus piernas largas y fuertes, por entonces, pateaban más balones, que pitones cornúpetas esperaran.
Anda el poncismo distraído en las repúblicas de las Américas, donde las femorales saludan al torito acorne, mientras en las almazaras de la tierra se encierran los kilos de aceituna de sus cincuenta mil olivos. Al amo Enrique no le preocupa si mañana por causa de la lluvia los jornaleros no pueden ir al tajo y por consiguiente dejar de cobrar los 57 € del jornal, o si con los 25 céntimos que han liquidado por kilo la aceituna recolectada la pasada temporada, tendrá para pagarle a las cuadrillas que le recolectan este año. Además con los 1000 € por Ha que graciosamente Europa prima al olivar, tiene para salir de un apuro.
Falto mucho tiempo ha de esta mi provincia y salvo las obras inmisericordes que transforman nuestros paisajes en ríos de asfalto y polígonos industriales donde la Junta invierte en empresas que quiebran, nada es diferente. Sin embargo algo si ha cambiado. A la entrada a la capital por la carretera del sur, en dirección a la Puerta Barreras, y en un espacio que siempre conocimos como La Salobreja, poco más abajo de la plaza de toros, hay hacinados cientos de personas. Han llegado de todas partes del planeta buscando un jornal que llevarse a las manos. Y no hay para todos. Pese al empeño y al esfuerzo de los sindicatos, asociaciones de acogida, y voluntarios, estos seres humanos, malviven esperando una oportunidad para poder torear a la vida un día más.
Gabi, un camerunés joven y fuerte que no habla ni papa de español pero que ha encontrado trabajo en una humilde cuadrilla a base de agudizar el ingenio, se ha ido a dormir esta pasada noche a un banco del soto de mi pueblo. Los tres días de albergue se le acabaron, la gentil familia que lo ha contratado lo encontró circunstancialmente y le dio también alojo.
No me parece real que al borde de mi medio siglo de existencia esté ocurriendo esto en la República. Jamás lo hubiera creído de no ser visto por mis propios ojos.
En realidad tras esto, la noticia que me llega desde Málaga de que Puche ha dado carta blanca a Rivera Ordóñez para disponer la cartelería de la temporada, queda relegada a una anécdota entre ricos. En esa sección del mundo que es la tauromaquia Puche tendrá que pelearse con Boíx para contratar a José Tomás y no cabe duda de que se apuntaría un tanto de ponerlos juntos en un cartel a él y a su socio Rivera. Aunque a mí me parece que lo que natura non da Salamanca non presta. Además han nombrado a un tal Manolon para ver los toros de la temporada y según parece es una jugada para evitar el baile de corrales de la pasada feria. Este nuevo veedor, se dice por las esquinas, es el chofer de alguien que está relacionado con el empresario de Atarfe que tiene buenas relaciones con los hermanos Romero y por consiguiente con la hermana presidenta. Salgo al paso pronto, no quiere decir nada este rumor pues aún no se sabe si María Gámez, la Delegada de Gobernación, va a mantener a los actuales presidentes, o va a recurrir a la Asociación de Presidentes del ámbito andaluz, para consultar posibles nombres nuevos.
La República puede soportar minuciosidades taurinas pero jamas debe consentir el hacinamiento de seres humanos buscando trabajo, refugiados por tiempo limitado en albergues o durmiendo al sereno de la noche helada de diciembre.
Gabi encontró trabajo porque su ingenio le hizo suponer. Se pegó como una lapa a un grupo de gentes que iban a ser contratados y pensó que si a alguien le faltaba un papel, lo cogerían a él pues él los tenía todos en regla. Y su intuición no le falló.
En La Salobreja ha parado un Discovery, los emigrantes apenas dejan bajar del coche al amo. El amo viene a llevarse una cuadrilla. Mañana unos pocos, después de un duro día de trabajo, tendrán 57 € en sus manos manchadas de aceituna, cuyo kilo los mercaderes del capital pagarán, dentro de un año a 25 céntimos. Claro que eso al amo Enrique Ponce no le preocupa, si tiene perdidas contratará un par de corridas más, pero al amo que ha contratado a Gabi, ese precio lo hunde y aún más cuando en el super el aceite que ha podido sacar de las aceitunas recolectadas por emigrantes a 57 € el jornal, está a casi 4 € el litro. La República no puede consentir que los distribuidores se enriquezcan enloquecidamente.
1 comentario:
Suscribo todo lo escrito maestro.
Genial.
Un abrazo
Salud
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