CERRANDO MÁLAGA 07. Por Pastor y Hervás

Se diga lo que se diga esto es una agresión arquitectónica al conjunto histórico de La Malagueta. Cuanto menos las mentes pensantes de esta ciudad pudieran haber guardado las formas del conjunto. Quizás pensaban que esto era El Louvre.
De igual modo el patio de caballos es un pegote modernista. Más bien, cementista. Derribaron una parte de un conjunto arquitectónico protegido para hacer un parking y nadie se ha quejado. A este paso los políticos venden la ciudad y nosotros tan tranquilos.
El veedor se echa a fumar. La cosa no pintaba bien. Matamoros que es amigo de Rivera en el callejón.
En los corrales es donde se defiende a la afición. Ni Ana María, a la que se ve junto a Carmén Añón (veterinaria), ni Moya, ni Porras, han defendido el toro de una plaza de primera. Luego le han fallado a la afición. Porque la afición lo que sí sabe es que lo que ha salido no es el toro de una de primera.
Marcos, el del abanico, parece que escucha disimuladamente, lo que Ana María le dice a Bustindui. Álvarez oye sumisa las explicaciones de la cuota femenina y Pendón se sorprende. ¿Iría la cosa de orejas?

Una recesión. No comento.
Otra recesión. ¡Y parece que fue la estocada de la feria! ¡Este Pastor y su entrega con Capea!

Entre Dueñas, (camisa blanca) y Torres (con perilla), uno de Córdoba que es presidente de la plaza. Vean la leyenda del burladero. ¡Qué tiempos! ¡Qué buen trio presidencial para el palco de La Malagueta!
Protocolo de La Diputación. Resta para la empresa. Palco de mirones.
La otra faceta de la señora presidenta. ¡Tanto no debe ser bueno para la presión arterial!