DE EL PUERTO, GALLO Y DAVID MORA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Lo peor que se ha lidiado hasta ahora en la feria de San Isidro han sido las corridas de Joselito y Arranz, y lo del Puerto. El segundo toro del Puerto indigno e indigno el torero de Chiva, que a carta cabal debió haberlo pasaportado demostrando con ello su desprecio y luego haber pedido Miuras, por ejemplo. Hubiera sido un gesto de torero rancio y más valorado que el de Rivera Ordoñez. Ponce pasa por ser el torero más inteligente del escalafón y con esto se ha equivocado. Los aficionados necesitamos una reparación por el agravio, que no creo que el torero quiera darnos pues ya está por encima del bien y del mal, y cuando esto le ocurre a un torero mejor que se vaya yendo. Pero los responsables primeros de admitir la corrida fueron los veterinarios y el principal, el presidente. Eso que no debe pasar en ninguna plaza de toros, jamás debe pasar en la de las Ventas. Si la autoridad traga, el aficionado está indefenso. Espero que aquellos que me critican la tozudez en defensa de la policía en el espectáculo entiendan de una vez por todas que si pasa lo que pasa en Madrid, ¡qué no pasará en provincias! Porque lo que no es de recibo es que se le permita a los taurinitos tamaña desfachatez. Pero para mi contradicción tampoco la policía de ahora es como la de antes. Los tiempos cambian.
En realidad lo que le ha pasado a estas dos ganaderías ha sido que sus propietarios le han echado agua al vino. Verán. El toro de Lidia es nervioso y ellos se empeñan en quitarle los nervios. El genio, el temperamento, la dureza, son propios de lo bravo. Pero los "ganaduros" quieren que el torito de hoy sea cómodo, pastueño y facilón. Justamente el que quieren los toreritos modernos.
Uno de estos toreritos modernos ha devaluado su cartel en Madrid. Gallo triunfó con arrojo y valentía la pasada feria y en esta ha salido como gato escaldado. El día de la puerta grande de Rincón él tenia que haber optado por una de las dos puertas más importantes de Las Ventas: La de Madrid o la que cuida Padrós. Pero hay una reflexión necesaria que todos advertíamos. Una alternativa precipitada. La suerte acompañó a Gallo el año pasado. Le curraron los toros y supo sobreponerse, pero oyó los cantos de sirenas y los aplausos aduladores y tras una noche de insomnio el torerito decide acceder a las recomendaciones de hacerse matador. Lo precipitan y claro, llega la desilusión que es la antesala del fracaso. Gallo tiene valor pero aún le faltan recursos e inteligencia ante las reses porque en Madrid lo que vale un día, no vale otro, por eso hay que ser listo y capaz. Inteligente y poderoso y siempre he dicho que esto del toreo es para listos.
Deseo que no cometa el mismo error este muchacho llamado David Mora que tanto nos ilusionó. Este joven madrileño estuvo en novillero con el de Yerbabuena y eso es lo que podemos admirar en primera instancia de un neófito de la torería. Ha sido el torero que mejor ha toreado de capote desde que se abrió esta temporada del 2005, porque lo ha hecho a la verónica lance puro que ya se estaba perdiendo. Ha mecido el capote, ha adelantado la pierna ganando terreno al novillo y ha rematado como se deben rematar esos lances, con la media. ¡Por fin un torero ha puesto el toreo de capote en su sitio! Y con la muleta, sobretodo al natural, ha toreado con un exquisito gusto parecido al de Manzanares padre. ¡Cachis en diez que no podamos decir lo mismo de su propio hijo!
Siempre estamos a tiempo de corregir errores y volver a la razón. Las alternativas hay que tomarlas cuando un novillero esté puesto. Las ganaderías deben estar encastadas para lo bueno o para lo malo. Y el aficionado debe valorar lo que por ejemplo David Mora hizo en Las Ventas aunque no saliera por la puerta grande.
Y para terminar quiero felicitar a José Ignacio Charro por la interesante corrida de toros que llevó a Madrid. Por presentación y por casta.
26 mayo 2005
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